Hay que ser H-I-J-O D-E P-U-T-A para tenerme ahora escogiendo si voy de negro o si, haciéndote caso, de colores a tu vuelo ¡Coño! Si entre nosotros no hay paraíso eterno, ni vida después de la muerte, ni sobrenaturales deseos...¡Por San Marx que no lo creo! Te has atrevido a ponerme indefensa en el deseo de una fe para agarrarme, temerosa, de un clavo ardiendo.
¿Y ahora qué, grandísimo necio, debo agradecer lo que has hecho en este tiempo? Cobijarme en tu mirada; soportar mis desconsuelos; quererme por mis defectos, a pesar de mis virtudes; reconciliarte conmigo no importando el alto precio de entender la complicada vida que llevo.
Esta vez no te perdono: recordaré discusiones, mal entendidos, estruendos. Trataré de convencerme de que no eres mas que egoísta, cruel, duro, soberbio, frío, manipulador, chantajista, insoportable, inflexible, vil, idiota. Voy a aferrarme al reproche de que nunca agradeciste el que estuviera pendiente de ti mientras mi barca hacía agua, mientras me costaba entender y ajustarme a un escenario nuevo e ibas asestándome golpes con cada palabra de hielo. La muerte no te hace ni más bueno ni más digno, mucho menos te ha hecho perfecto.
Espera no, no puedo, porque estabas vulnerable, como yo, con mucho miedo. Porque a pesar de lo mucho que peleamos, ofendidos, entre nosotros y sin orgullos hay perdón generoso a los yerros. No hemos sido más que humanos, construyéndose en el tiempo; hermanados en la lucha, en el llanto, en fracaso y desconsuelos; en la risa y en la luz traviesa que achispaba las miradas cuando hablábamos entre proyectos.
"¡Escribe!"- me lo dijiste- desde el llanto y del dolor; desde el entusiasmo y la risa; desde la melancolía y la rabia.
"Escribe"- me lo dijiste. y hoy estoy aquí escribiendo una cadena de lágrimas, disfrazada de recuerdos.
PD: Te voy a echar mucho de menos y me vas a hacer mucha falta, cada mayo y cada enero, aunque, cabronamente, hoy me dejes en silencio.
Las promesas cumplidas y los secretos guardados, como siempre....
Te has muerto y me has matado un poco. Porque no estás, ya no estaremos nunca completos, en un sitio, de algún modo. (Jaime Sabines).
Las promesas cumplidas y los secretos guardados, como siempre....
Te has muerto y me has matado un poco. Porque no estás, ya no estaremos nunca completos, en un sitio, de algún modo. (Jaime Sabines).
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