MUSICA

jueves, 29 de mayo de 2008

Entre flores, fandanguillos y alegrías...

Cuando uno tiene oportunidad de viajar al extranjero, y permanecer un tiempo considerable en otro país, por alguna u otra razón al regresar al propio, llega un momento en que sufre de un shock cultural a la inversa: recuerdas con nostalgia el país que has dejado y sientes incomprensibles algunos aspectos de la propia cultura. Esto no nos hace "apátridas", más bien será que la gente que tuvimos la fortuna de conocer, fuera de nuestra nación, hace que los afectos se expandan, lo que provoca que estemos atentos no sólo a las noticias nacionales, si no a lo que pasa en el mundo, especialmente si se hace mención de lugares en donde hemos estado o de donde proviene la gente que se hace especial. Disfrutamos con sus buenas noticias, sufrimos con sus desgracias, evocamos su música y nos buscamos, de cuando en cuando, algún lugar donde comer sus platillos típicos.

Yo tuve la oportunidad de vivir en Japón dos años y cinco en Estados Unidos... así que tengo que refrenar la tentación de ir conversando con todo japonés con el que me encuentro, porque tampoco es cosa de ahuyentar al turismo nipón con el parloteo mexicano. En cuanto a los Estados Unidos, puedo decir que, por la cercanía geográfica, no evoco con tanta nostalgia algunas cosas. Sin embargo, mi afición por el blues y por el baseball proviene del hecho de haber vivido cerca de Chicago. Algo que me une con ambos lugares, Japón y Chicago, ha sido la cantidad de amigos españoles que tuve la fortuna de encontrar en ambos lugares.

Cualquiera que me conozca bien sabe que, desde pequeña, siento una fascinación especial por España, que va más allá de las obvias cercanías culturales: de pequeña me ví todas las películas de Lola Flores; Joselito era mi "novio" (yo es que me creía que era de mi misma edad, aunque ya era un joven, si no un adulto); me aprendí todas las canciones de Marisol y de Rocío Dúrcal. Con decirles que, durante mucho tiempo, estuve pidiéndole a mi madre un traje de lunares , con mantilla y todo (finalmente me lo compró, más que nada para hacerme callar).

Yo no sé si llamarlo destino o coincidencia pero, cuando me dieron la beca en Japón, me destinaron a una ciudad que resultó ser "Ciudad hermana de Valencia": Tsu. Pues bien, como es natural, éso estaba lleno de españoles. En el dormitorio para estudiantes extranjeros, por la época que me toco vivir ahí, llegaron dos: Vicente (valenciano) y Elena (melillense) y, con el tiempo, llegaron más, para fortuna de los poco hispanoparlantes que habitábamos el dormitorio.
Elena se convirtió, desde entonces, en una de mis mejores amigas y, por vacaciones decembrinas, me fui a conocer a su familia encontrándome con la sorpresa de que ya ellos me consideraban una más, gracias a las cartas que Elena les mandaba.
En Chicago, por otra parte, existe un Instituto Cervantes y, como es natural, éso también estaba lleno de españoles con quienes, por algún motivo, me sentía más cómoda que con algunos paisanos míos. Quizá sea debido a la competencia por los puestos de trabajo que hay entre nosotros, quizá sea porque, después de pasar tanto tiempo fuera de casa, de aprender y cambiar, mi forma de pensar sea diferente... el caso es que, en ocasiones, fui acusada de preferirlos a los mexicanos.

No lo sé, lo que tengo seguro es que, desde aquella primera vez fuera de México, en todas mis grandes decisiones, alegrías y problemas, siempre hay un español de por medio: ayudándome, aconsejándome o escuchando. No es que no tenga amigos mexicanos, los tengo y muy buenos. Es sólo que, quizá yo he corrido con suerte porque todos los españoles que he conocido son gente muy solidaria, empática y a los que no les escandaliza lo diferente que puedan ser las personas. Gente que no se complica la existencia con tonterías; que lo mismo habla de pintura, que de cocina, literatura, geografía, política , etc. Gente que no juzga a las personas, sino a las opiniones y que trabaja con ahínco, tanto como el que pone en disfrutar, viajar, irse de parranda y vivir bien.




Este blog, por ejemplo, me ha permitido descubrir a José Luis, otro español que pasó un día por la vieja casa y no tuvo problema en dedicarme una entrada, sin conocerme siquiera. Sé que por mi blog han pasado grandes amigos españoles que conozco debido a otras razones y que, tampoco he visto en persona. Sin embargo siento sus brazos "apapachándome" cuando sospechan que algo no está bien conmigo. No saben lo que significa, en los momentos de migraña, observar el mapa de visitantes del blog y leer los lugares de los que provienen: me siento acompañada con todas estas voces-lecturas que me escuchan a través de estas líneas.

Para los que se preguntan cuál es la utilidad de estos espacios en internet y si los blogueros somos o no narcisistas o gente pretendiendo ser escritora, les diré: para mí este es el risco en el que puedo gritar, hasta desgañitarme, segura de que mi voz me va a regresar multiplicada en intensidad y tono.

Cierto que también me han visitado amigos de otros lugares, a quienes les agradezco mucho que se tomen la molestia de pasar por aquí. Pero desde hace mucho, tengo una deuda muy grande con mis amigos españoles y, por si esto fuera poco, gracias a mi antiguo blog, tuve la oportunidad de saber, después de más de veinte años, que mi padre me hizo hermana (consanguínea esta vez), de dos españoles: María José y Carlos David. Ambos viven en Tenerife y tampoco he tenido oportunidad de verles en persona. María José, además, me ha hecho tía hace cuatro años, cuando todavía no sabía de su existencia. Bromas de mi padre porque, a pesar del aumento en el número de hermanos, sigo siendo la más vieja.

En fin, esta entrada, y la canción, va para todos mis amigos españoles: los que me escriben, los que me escuchan y todos esos que me apoyaron cuando regresé de Estados Unidos a enfrentarme con los monstruos del pasado


domingo, 25 de mayo de 2008

Un año más...

Son ahora las 11:22 pm y, en unos minutos, habrá terminado mi cumpleaños.
Haciendo un balance: me ha traído felicitaciones de mis amigos allende el mar y de algunos que tengo cerca.
Termino el día con esta conclusión: cuando hay algo que te interesa , destinas mucho de tu tiempo y afecto en ello . Pero si el interés hace que los demás den por sentado que, no importando lo que sientas, vas a seguir y a seguir y a seguir tolerando faltas de respeto; de que te tomas "personal" lo que es, realmente, personal, pero que tú te lo mereces porque te consideran "agresiva" por llamar pan al pan y vino al vino... quizá sea el momento de darse un descanso y/o buscar algo que no sea fuente de frustración y despierte nuevamente tu entusiasmo.
Me lo dejo de tarea ...


Hace algún tiempo, por mi cuadragésimo cumpleaños, cuando no hacía más que parar los golpes que me iban dando una serie de problemas, me hice una lista de razones para ser feliz . Les dejo el enlace, por si quieren leerlas , aunque a ciencia cierta no sé si el objetivo sea compartirlas o si es por apuntalar el estúpido optimismo del que intento echar mano, cuando cierta punzada en el costado me impide pensar con claridad.  Al iniciar este blog, fue la primera entrada que escribí, aunque en ese entonces no tuve comentarios porque aún no me hacía de tantos y tan buenos amigos. La entrada  la pueden encontrar aquí  40 RAZONES PARA SER FELIZ ya que la mudé desde el otro blog en:Entre todas las vidas

En ése entonces eran 40, hoy agrego dos más:
PODER DECIR QUE TENGO, EN MI ESCALA DE VALORES, A LA LEALTAD EN EL PRIMER PUESTO , Y ACTUAR EN CONGRUENCIA CON ESTE PRINCIPIO
LA LIBERTAD PARA VIRAR EL TIMÓN, CUANDO EL ANCLA DE LA COMODIDAD SE INSTALA, PARA DIRIGIRME AL CENTRO DE LA TORMENTA Y ASUMIR LAS CONSECUENCIAS DE ESA DECISIÓN
Dice José Luis, y dice muy bien, que lo bueno de las entradas es que no terminan nunca. Hoy, por ejemplo, me ha enviado una recomendación, que les pongo aquí para que acompañe a Maria Rita.
Por cierto que, confusiones y migrañas aparte, ya va siendo hora de dejar descansar la melancolía y dedicar un post a la gente que me ha hecho el favor de visitarme.
Voy a ello...

sábado, 24 de mayo de 2008

DEDICADO A ...


" Todo cuanto el hombre expone o expresa es una nota al margen de un texto totalmente apagado. Más o menos, por el sentido de la nota, extraemos el sentido que iba a ser el del texto; pero queda siempre una duda, y los sentidos posibles son muchos. " F.P.

Me doy a hacer una canción-Alejandro Filio.mp3


Malos, malísimos los tópicos comunes del estilo: "ya pasará, ánimo, siempre hay un mañana", etc. Sin embargo...

Muchas gracias por:

Noelia, Magdalena y los otros 17 nombres; la foto del "amigo"; la miel cristalizada y las lunas breves; María y las fiestas infantiles; la receta del gazpacho; la guerra constante con el espíritu; el sofá multitudinario; la ardilla del ordenador; los vampiros y las brujas; los trozos de pan con queso y el humus; la rejeguez y las cuentas regresivas; el hilo, el anzuelo y la media sonrisa iluminadora.

Gracias especiales por todas esas conversaciones a la 1:00 pm (hora de México).

Para usted:

Me doy a hacer una canción después de un lapso y un dolor
después de trova y utopía
Me doy a hacer una canción
de las que crecen con la voz
de las del canto que me alivia
Me doy y espero que me deje
canción y abrazo de mujer
Me doy a hacer una canción por que no encuentro más razón
de ser

Me doy a hacer una canción
con el derecho que me da
la libertad y la esperanza
Me doy a hacer una canción
cuando me pierdo cuando más
busco la luz en la distancia
me doy completo por que sé
que voy y vengo sin perder
Me doy a hacer una canción
por que no encuentro mas razón
de ser

Canción del viejo intento
del nuevo porvenir canción que ha de existir
en cada corazón que abrí
Me doy a hacer una canción
aunque la guerra me amenace
las ventanas y las puertas
Me doy a hacer una canción
por que se debe compensar
todo el dolor y la inconciencia
una por hoy por esta vez
vino chocándome en la sien
Me doy a hacer una canción
por que no encuentro mas razón
de ser

CANTO NUESTRO...

Se supone que la inspiración nace en medio de las tormentas, Si es que hacemos caso a lo que dicen los psicoanalistas sobre la sublimación.

No sé ustedes pero yo, para poder escribir, necesito estar contenta...

En medio de alguna batalla, de alguna desazón o de la confusión, me es muy difícil tomar la pluma (en este caso, teclear en el ordenador/computadora) para desenmarañar lo que me está pasando. Me dedico, en estos casos, a tratar de resolver el problema o a "disfrutar" la pena, a través de las herramientas que tenemos en estos casos: meter el dedo en la herida para hurgar en ella y, porqué no, permitir a la autocompasión instalarse cómodamente, aunque sea por momentos. Después me es más fácil tomar el problema y analizarlo con técnicas diferentes: la culpa, la proyección, la racionalización y todas las otras que, seguramente, son conocidas por la gente familiarizada con los procesos de duelo. Este análisis me toma mucho o poco tiempo, de acuerdo a la importancia que yo creo tiene el desorden en cuestión.

Sin embargo, en medio de todo este proceso, la vida me va recetando algunas píldoras que alivian la migraña espiritual de la que les he hablado. Y menos mal porque, conforme va pasando el tiempo, nuestros límites de tolerancia se estrechan , mientras que las obsesiones y manías se incrementan.

Pues bien, en esta ocasión, me llegaron tres regalos, personificados en la figura de dos amigos y una canción: hace dos días tuve la visita de alguien que conozco desde hace mucho pero que, por razones que no viene al caso explicar, no había querido entrar nunca en casa. En esta ocasión estuvimos platicando en la cocina y, al despedirse, me dijo que le daba gusto verme. Poca cosa, quizá, si pensamos que la frase pudiera ser tópico común. Sin embargo, para mí constituyó una llamada de atención, para no dejar pasar por alto que hay personas que te honran al destinar un puesto en el lugar de sus afectos, y tú ni siquiera te habías dado cuenta. Puedo decir, entonces, que no es un "conocido" simplemente... que es mi amigo, del tipo de amigos que no necesitas ver o hablarle continuamente para saber que puedes contar con él.

El segundo regalo me llegó a través de una de esas voces que leo. Resulta que, todo el tiempo que hemos venido platicando a través del internet, ha servido para derribar una barrera muy grande: la distancia. Saber que esta voz inteligente, empática (y simpática), considera que puedo ser depositaria de algunas de sus confidencias, me iluminó el día. También me trajo el eco de otra voz (esta sí corpórea): la de una amiga muy querida, cuyo tantra-regalo, destinado sólo para mí, fue: "Tanto análisis, causa parálisis".

Ignoro si la querida voz-lectura de la que les hablo visite este blog con frecuencia... de todos modos, le dejo aquí un agradecimiento y un beso por la confianza, por el recuerdo y por el tercer regalo del que les quiero hablar hoy. Para corresponder a mi voz-lectura le dejaré , en un rato, otra de Filio: "Me doy a hacer una canción"

Resulta que, buscando en la red y entre mis discos, algunas canciones de Alejandro Filio para compartirlas con esa voz-lectura, me encontré con "Rescate". No es una canción de amor...o mejor dicho, es de un amor diferente al romántico. Trata del amor que le tenemos a todo lo que hacemos, sin esas etiquetas de "bueno-malo" que tendemos a colgar cuando no alcanzamos a comprender algo. "Rescate" tiene, además, una introducción que, en lo personal, me pienso rezar todos los días (si claro, soy atea, pero eso no es impedimento para creer en otras cosas).

Les dejo la plegaria por si hay alguna otra voz navegante a la que le pueda ser útil:

Canto nuestro
que estás en tu tiempo
no etiquetado sea tu nombre.
Venga tu intento,
hágase tu libertad
en la prosa como en el verso

Danos hoy nuestro pan de cada día
y perdona nuestras blasfemias,
como también nosotros perdonamos
a los que no te entienden.
No nos dejes venderte al por mayor
y líbranos del rap.

Amén


jueves, 15 de mayo de 2008

El Puente

Intentaba trabajar algo, sobre este bellísimo poema de Benítez Carrasco, pero después de terminar la entrada anterior, me he dado cuenta que es mucha soberbia y que, al final, el texto va a decirle algo diferente a cada persona que lo lea.

A mí me dice que tengo que ser río, aunque por el momento tenga que ser puente. Cosas que pasan cuando tienes que adaptarte a un contexto temporal. Sin embargo, aún puedo ser río a través de estas notas, a través de las cosas que hago por gusto y a través de los amigos que me sostienen en sus brazos, en estos momentos de alas quebradas.

¿Será posible la depresión optimista? No lo sé. Sólo sé que llevo mucho tiempo contenta, a pesar de que lo que me rodea no hace, a la que estoy viviendo, la mejor época . En fin, para todos los puentes-ríos, este poema:

EL PUENTE-Manuel Benítez Carrasco.ppt

martes, 13 de mayo de 2008

De Neruda

Gracias a Bécquer, de la Tuna de Económicas de Sevilla, por regalarle a Tintin esta joya y , así, compartirla con más de nosotros.
Yo, por ejemplo, la estaba necesitando mucho.
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Para escuchar mientras lees, Xiomara Laugart:
02 - Ni Un Ya No Estas.mp3


Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismostrayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su
vestimenta
o bien no conversa con quien no
conoce.

Muere lentamente
quien evita una pasión y su remolino
de emociones,
justamente estas que regresan el brillo
a los ojos y restauran los corazones
destrozados.
Muere lentamente
quien no gira el volante cuando esta infeliz
con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir
detrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos...

¡Vive hoy!
¡Arriesga hoy!
¡Hazlo hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡NO TE IMPIDAS SER FELIZ!

jueves, 1 de mayo de 2008

LIDIANDO CON LA CONFUSIÓN

Si es que tenía que haberlo aprendido antes: las grandes decisiones nos llevan a asumir riesgos y consecuencias igualmente grandes. Y digo esto porque, desde hace un tiempo, la vida se está encargando de ponerme cosas en el camino, en un intento para que yo la escuche. El intento no ha sido vano, el problema radica que, mientras mi voz interior me pide una cosa...el ruido externo me reclama con mil cosas diferentes, que nada tienen que ver con lo que en este preciso momento quiero y necesito. Gran parte del ruido proviene de las voces que me urgen a caminar, trabajar, comprar, vestir, comer,, discutir, defenderme, proveer (ésta, por ejemplo, me reclama a gritos).

Tengo una migraña espiritual espantosa.

Hay una voz, sin embargo, que reclama con más fuerza. Una voz que me viene del otro lado del mundo y que, no por lejana, no haga sentir su presencia en cualquier momento del día. La voz tiene un rostro (fotográfico, por el momento) y no tiene sonido...al menos el que se escucha con los oídos. Esta voz se escucha leyendo. Y a pesar de que esta voz no adquiere una forma concreta, pues no puedo describir lo que cabalmente no comprendo , es una voz que busco entre todas las otras voces que leo.
Parece mentira que, a mis años, todavía siga esperando que alguna botella, de tantas que navegan , me traiga un tesoro secreto.