MUSICA

domingo, 31 de agosto de 2008

ESTANQUILLO: de chocolate, juglares, trovadores y libros

Museo del Estanquillo, en el edificio de "La Esmeralda" (en el Centro de la Ciudad de México)

La semana que termina ha sido, por mucho, una de las más ajetreadas que he tenido últimamente. Y es que con aquello de a veces existir, pero no estar, mis "paseos" se limitan al espacio que hay entre mi cama y la computadora. Paseos que, por otra parte, me han permitido conocer muchas personas y hacerme un archivo considerable de música, libros y fotografías.

El lunes, por ejemplo, por fin pude conseguir dos discos que había estado buscando desde hace tiempo: Inventario y La Mandrágora. No es que no se puedan conseguir por aquí pero yo no había tenido suerte hasta ahora: el de La Mandrágora no hay manera de adquirirlo y el de Inventario lo compré hace un par de años, importado, pero por alguna extraña razón todo el lote de discos venía con la portada de Sabina, pero el cd era de un grupo de rock de origen desconocido. Gracias a San Rapidshare y a un alma caritativa pude, por fin, convertirme en pirata (aunque no coja) guardándolos en mi computadora. Por cierto, Bego y Rafa, que me encontré un archivo llamado "Piratas en La Mandrágora", que ahora aumenta mis preciadas joyas sabineras.

El martes tuve que ir a recoger la pensión de una de mis pirañitas, lo cual implica unas cuatro ho
ras de espera (dos en los juzgados y otras dos en el único banco que cambia el cheque de depósito). Rumbo al Banco, me metí a curiosear en una librería pues, desde aquella aventura con los acuerdos pseudotoltecas, he tratado de encontrar, sin éxito hay que decir, un libro llamado "El mito de la Felicidad" (de Gustavo Bueno). Tampoco ahí lo encontré, pero me topé con dos maravillas: un libro de Rosa Montero y otro de Wilson. Y digo me topé, porque entrando en la librería, lo primero que vi (o más bien, lo primero que me observó), fueron los ojos de Doña Frida y, a un lado haciéndome un guiño, la carita feliz del libro de Wilson. En cuanto a las Historias de Mujeres, compré el libro sin vacilar, pues Montero es una de mis escritoras favoritas, supongo que para Cecilia, no será un título nuevo. Con el de Wilson ha sido un acto de fe... esa mala costumbre de envolver los libros con capas y capas de plástico no le permiten ver, al futuro lector, algo del contenido para poder decidir si vale la pena adquirirlo. Los libros son para ser tocados, creo yo y, además, pasa con ellos como con las personas: no se pueden juzgar solo por las portadas. No he terminado de leer ninguno de los dos , pues soy una lectora un tanto desordenada: cuando tengo un par de libros que me interesan, los voy leyendo simultáneamente. Solo puedo adelantarles que, en el caso de "Contra la Felicidad" me está resultando una lectura antídoto contra el librito del chamán. Si quieren leer una reseña del libro, publicada en El País, pinchen aquí.

El miércoles, además de los sopapos que les conté en la entrada anterior, recibí una sorpresa en el correo (no, no era una carta de Esmeralda, porque ella nos las regala en su espacio). Resulta que tengo una amiga, a quien sólo conozco mediante un foro en el que ambas escribimos y donde, a modo de juego, hablábamos de tener una batalla por conquistar a otro de los foreros. Como eso de las peleas en lodo, además de provocar náusea (al menos a mí), está ya pasado de moda...propusimos el uso del chocolate (total, soñar no cuesta nada porque vivimos muy lejos la una de la otra) como sucedáneo . El caso es que, hace un tiempo mi amiga me pidió mi dirección porque quería enviarme un regalo. Así que, el pasado miércoles, al abrir la caja que me envió, me encontré un juego de productos para baño ¡Con aroma de chocolate praliné!. Para mí es un lujo porque no acostumbro comprar ese tipo de artículos: yo llego al supermercado y compro el shampoo más barato y un jabón neutro. Por supuesto me estrené los productos ese mismo día y, bueno, tenía yo ganas de pegarme un mordisco yo misma. Yo no sé que tiene el chocolate, pero quizá un letrero en una de las cafeterías de la UNAM no exagera cuando dice: "uno puede prescindir de una fortuna o de un gran amor...pero no de una torta de chocolate". Desde luego, el regalo ha sido significativo, no por el chocolate en sí, sino por el hecho de saber que hay gente con tanta gentileza que, no conociendo personalmente a alguien, se toma la molestia de buscar algo que la conecte con otra persona. Así que, mi querida Sancho , muchísimas gracias...eres otra de las razones por las que le tengo un cariño grande a España.

Después de estrenado el regalo me fui al Museo del Estanquillo , el cual es muy especial, por varias razones: el edificio es bellísimo y fue, en otro tiempo, una joyería famosa, por eso es llamado "La Esmeralda". Este edificio alberga una colección de fotografías, miniaturas, grabados, esculturas que fueron donados por Carlos Monsiváis
quien, además de ser uno de los escritores mexicanos más notables, es considerado como el último escritor público de México porque , en la calle, la gente lo reconoce haya o no leído algo de él. Este señor, además, tiene la particularidad de escribir a mano todas sus obras y una familiar de él, se las pasa a máquina para ser entregadas a las revistas, periódicos y editoriales
que publican sus crónicas y ensayos.
Yo creo que nuestro amigoplantas, con ese ánimo celebrador que tiene, iba a disfrutar muchísimo observando las miniaturas de esta colección: lo mismo hay personajes famosos, que representaciones de festividades tradicionales, calles y establecimientos comerciales antiguos

Después de visitar el Es
tanquillo me dirigí, junto con el inspirador de la entrada anterior, a otro lugar de mucha tradición en mi ciudad: el Salón Corona donde, además de sus tradicionales tortas de bacalao y cervezas de barril, si tiene uno suerte, se puede topar con escritores o músicos, de los buenos (como el propio Monsiváis). El lugar no tiene ninguna pretensión decorativa, pero reúne una cantidad de parroquianos de variopintos orígenes y gustos. Para muestra, les dejo esta fotografía, que es parte de una secuencia que adorna una de las paredes del lugar. La fotografía en cuestión capta el momento en el que Hugo Sánchez falla un penalty decisivo, durante el mundial de fútbol de México 86 (ahora, como no soy aficionada, no sé porque dicho penal era tan importante). Yo creo que, de venir alguna vez José Luis (el Padrino de este blog) por aquí, el salón Corona sería de lo primero que me gustaría mostrarle (por aquello de compartir una cerveza y, si lo desea, me ilustre en cuanto al caso del penalty fallado).

El edificio que alberga al Salón Corona también es muy bonito (aunque un poco escondido) y tiene una anécdota curiosa: perteneció a un minero famoso, de nombre José Borda, quien hizo construir un largo balcón en la fachada de la casa, con el objetivo de que su mujer pudiera pasearse por ahí, alejada de las tentaciones que pudiera despertar en la calle. Es decir, el Edificio Borda bien pudiera considerarse el monumento a los celos o al machismo mexicano de la época.

Yo es que estoy siguiendo el consejo de Miriam , en el sentido de escuchar lo que dice el cuerpo, así que después de ese paseo en el centro de la ciudad, decidí permanecer en casa, jueves y viernes, haciéndole unos ajustes al blog. Desde hace mucho quería cambiar el color y las imágenes de fondo con el objetivo de que, quien me hace favor de leerme, tuviera mayor facilidad para hacerlo...de paso, ayudarme a mí que en esto de la vista, me parece, llegué tarde a la recepción de dioptrías (si Driada, es que no eras la única sufriendo con las letritas de mis entradas anteriores). Espero que les guste el nuevo aspecto de mi espacio pero, sobre todo, que lo encuentren más fácil de leer.

Y bueno, culminé mi semana con algo que, también, no hacía desde hace algún tiempo: exceptuando las salidas con el grupo donde canto, hacía rato ya que no me iba de parranda (o marcha, que creo es como le dicen en España), esta vez con mi juglar particular. Una parranda muy larga... me hubiera gustado traerme a mi otra Miriam, para irnos juntas a escuchar mariachis con, y sin alas.

Les he contado todo esto, primero porque creo que ya hay confianza y va siendo tiempo que me conozcan un poco más... que no todo en este blog tiene que tratar de los "grandes temas" . Lo segundo, es que esta salida entre chocolates y juglares, me han hecho recordarlos a todos ustedes...trovadores de la blogósfera (le decía a José Luis que me encantan los neologismos efervescentes). Se me han quedado algunos, como el trovador portugués, So eu, que siempre escribe de cara al mar; a
Soledad que sigue de vacaciones y hace que eche de menos sus abrazos cibernéticos; al trovador pedagogo titofarpas... en fin, a todos ustedes que pasan por aquí.

Tengan una buena semana y besos a todos

jueves, 28 de agosto de 2008

“Hay otros mundos, pero están en éste. Hay otras vidas, pero están en ti” Paul Éluard

Para "Juglar" y todas las personas que, en maravillosa serendipia, han logrado encontrarse en momentos y lugares inesperados


No hago otra cosa que pensar en ti
Urcloud.com
"Cada elemento límite es paralelo a uno sólo y perpendicular a los restantes elementos límites. Las líneas paralelas solo se encuentran en el infinito."

Uno se acostumbra, con los años, a caminar con el corazón puesto en el cielo, pero con los ojos fijos en el suelo, para no irse de bruces y partirse la crisma sin necesidad. Se acostumbra a racionalizarlo todo buscando el origen, las causas y las posibles consecuencias de tomar ciertas decisiones. Intenta, en un afán de tener cierto control de su vida, de ponerle coto a la osadía, controles al azar y límites a la aventura. Esto nos salvaguarda de algunos tropezones pero, también, nos impide darnos permiso de sentir, nuevamente, el "vientecillo de la libertad" .
Un buen día, en el momento y lugar menos pensado, la vida se encarga de darte un sopapo, recordándote que nadie puede tener el control absoluto de lo que sucede a nuestro alrededor. El sopapo puede tomar la forma de "golpe de suerte", de una enfermedad, de un viaje... pero si el sopapo viene en la figura de cierta persona, como diría mi amiga Driada, eso es como el choque de dos (o más) meteoritos.

Como venido de algún mundo paralelo, encuentras coincidencias vitales: puntos de vista en común; días de luces y sombras; fobias y filias parecidas y, por encima de todo, las mismas ganas de regresar al tiempo en el que no importaba quién, qué, cómo ni cuándo , tú hacías lo que te daba la gana sin más consecuencia que un dedo señalando lo extraño, irreverente y rebelde que eras. En este punto, el pensamiento nostálgico de lo que fuíste y ya no eres (o al menos no tanto) te coloca en una encrucijada: tienes ganas de sumergirte y conocer más y, al mismo tiempo, la maquinita saboteadora del miedo, te inunda con argumentos parecidos a : "yo tengo una reputación", "la gente mira","no hay más disponibilidad"; "ya no estoy en edad", "y si se nota", y demás estupideces con las que, inútilmente, tratas de analizar hasta el último segundo los cinco minutos en los que apenas te dió tiempo de atisbar el brocal del pozo que cada persona representa. El miedo es así: capaz de inventarse una novela, con apenas unos minutos de coincidencia.

Dicen que el ser humano es la suma de circunstancias, y que está determinado por su entorno. Sin embargo, con mucha fortuna y esfuerzo personal, logra uno conservar cierta chispa de rebeldía para darse permiso de ir más allá del autosabotaje y de las "buenas costumbres". Sigo siendo responsable de mis actos pero, el miércoles, el sopapo vital me hizo descubrir el hilo negro: lo único cierto que tenemos, es el presente que vivimos y que más nos vale disfrutar, porque no siempre pasa, por la calle melancolía de cada uno, el tranvía de los instantes felices.

Este trata de ser un análisis honesto: no hay historias todavía, ni imaginarias novelas. No puedo prometer que no voy a mirar por encima de mi hombro, de cuando en cuando, ni que voy a olvidar algunos escudos arcaicos. Sin embargo, me trepé en el brocal, atisbe el fondo del pozo y me gustó mucho lo que vi: un corazón gentil, una mente profunda y firmes convicciones... con eso me quedo, el tiempo que sea.


Donde dijeron digo decid amigo
Urcloud.com
“El instante es la única eternidad que merece la pena vivirse”
Antonio Gómez Rufo

lunes, 25 de agosto de 2008

¿Chamanes modernos?

Lo malo de tener una mente abierta es que otros se empeñan en llegar y meter cosas dentro. Terry Pratchett
A ver... si es que no estoy, a priori, en contra de nada y que me parece fantástico que la gente se haga de herramientas para ser feliz. Lo que me "engorila" (por decir lo menos) es que pretendan que las herramientas valgan para todas las personas, independientemente de su sistema de creencias, valores, educación y preferencias. Que pretendan que cierta herramienta es la única, la original, la verdadera...primero porque "ellos" la descubrieron (lo que les convierte en genios) y, segundo, porque si se avala por el éxito comercial, tiene un nombre exótico, ha sido recomendada por ciertos programas televisivos, o sea, porque está de moda, el que a ti no te convenza te convierte en poco menos que en un "paria intelectual": no sabes de lo que hablas, no tienes voluntad, te estás "proyectando" y "no quieres ser feliz". Y no les vale aquello de la crítica objetiva o del rigor científico... hay que tragarse la "pildorita" comercial, el bestseller por aquello de que si muchos lo compran tiene que ser bueno.

¿Por qué digo esto? Pues porque el sábado, durante un ensayo del grupo donde canto, una alma caritativa (que para colmo, en verdad es muy buena persona) tuvo a bien recomendarnos un librito de los llamados de autosuperación (sic) y además, haciendo la reseña del librillo, ha puesto de ejemplo para explicarlo, algo de lo que les he estado ha
blando en algunas entradas: lo de tener problemas de trabajar en equipo, cuando el equipo completo no trabaja o no asume al mismo nivel los compromisos.

El librito en cuestión se llama "Los cuatro acuerdos" y presume de manual de sabiduría tolteca. Lleva un tiempo ya vendiéndose en México, aunque fue publicado en Estados Unidos y presentado (o promocionado, que para el caso es lo mismo) en diferentes "shows" de televisión, como el programa de Ellen Degeneres y , ¡Cómo no!, una de las guías espirituales de nuestros vecinos del norte: Oprah. Yo había hojeado el libro, alguna vez, en los aparadores de cierta cafetería a la que voy con frecuencia... al final no lo adquirí porque no me pareció interesante. De todos modos no soy propensa en adquirir este tipo de libros y, sin embargo, en aras de ser objetiva, me lo pedí prestado y pasé buena parte del domingo leyéndolo. Personalmente, no tengo nada en contra de quien encuentra que los Coelho, los Buscaglia, los Sánchez. los Mandinos, los Cornejos del mundo, le digan algo y les ayuden a sentirse bien y a transformar lo que no les gusta de la realidad en que viven. Pero este libro en particular me parece el timo más grande en contra de la buena fe de las personas: el autor presume de ser descendiente de toltecas y no uno cualquiera, es depositario de la sabiduría de "sus ancestros" pues le fue heredado el grado de "chamán" (mismo que legó a su hijo, por razones de salud que le impedían seguir llevando el mensaje de "luz" al mundo); además, ha fundado una asociación (según él, sin fines de lucro) llamada "El sexto sol" (con obvias referencias a la cultura mexica) y cuyo slogan es "Ayúdenme a transformar el mundo".

¿Qué es lo que dice el libro en cuestión? Pues, en mi opinión, frases de aparente sentido com
ún que, además, ya han sido dichas por otros autores de este tipo de escritos. Comenzando a leer, tropecé de buenas a primeras con esto:

"No hay razón para sufrir. La única razón por la que sufres es porque así tú lo eliges. Si observas tu vida encontrarás muchas excusas para sufrir, pero ninguna razón válida. Lo mismo es aplicable a la felicidad. La única razón por la que eres feliz es porque tú decides se feliz. La felicidad es una elección, como también lo es el sufrimiento"

Pues sí, la frase una verdadera joya del marketing: atrae la atención, ofrece algo que consideramos valioso, algo que nos suena coherente o con lo que podamos sentirnos ident
ificados (y de moda, porque la moda es ser feliz, especialmente a lo "american way of life: el moderno Nirvana de papel).

Ahora, yo no sé si es un problema de traducción o de comprensión lectora pues, la persona que nos recomendó el libro, nos presentó los dichosos cuatro acuerdos, de esta manera:

Ser impecable con el lenguaje es no utilizarlo para hablar mal de otras personas (lo políticamente correcto, digamos) o de nosotros mismos. No tomar nada personal, significa que la gente hace cosas por su pura proyección personal y no porque los demás tengan nada que ver (el ejemplo, en concreto fue:"si alguien da más no tenemos porque sentirnos mal...es sólo su proyecto personal y nosotros no tenemos nada que
ver, por lo tanto, tampoco tenemos nada que hacer...ni siquiera agradecer). No hacer suposiciones era como la extensión de lo anterior: no adivines, no importa, tú no tienes nada que ver...es el "otro" y su proyección. Y, por último, aquello de hacer lo mejor con lo que tengas, fue presentado como una excusa que anula el entusiasmo bajo la ley del mínimo esfuerzo.

Como les digo, yo tengo problemas con la falta de coherencia, pero más problemas tengo con la abulia. Por otra parte, yo entendí un mensaje diferente al que nos fue explicado por la compañera en cuestión. Así que me fui al idioma original (el inglés) en el que fueron escritos los 4 acuerdos (o "dogmas toltecas"), encontrando lo siguiente:

1. Ser impecable con el lenguaje es hablar con integridad. Decir solo lo que quieres decir, evitando hablar en contra de ti mismo o de elaborar rumores contra otros. Usar el poder de la palabra para la verdad y el amor.

2. No tomar nada personal pues nada de lo que los otros hagan o digan es por ti, es una proyección de la realidad de los otros, de su propio sueño. Cuando eres inmune a las opiniones y acciones de los otros no serás víctima de sufrimiento innecesario.

3. No suponer es encontrar el coraje suficiente para preguntar y expresar realmente lo que deseas. Comunicarte con otros tan claramente que se eviten malos entendidos, tristeza y drama

4. El concepto de "Hacer lo mejor" , va a cambiar de un momento a otro; va a ser diferente si estás enfermo o saludable. Bajo cualquier circunstancia, sólo haz lo mejor, evita juzgarte a ti mismo, abusarte y arrepentirte.

Desde luego que comparto algunas de estas ideas, pero con ciertos matices:

1.-
Resulta que el librito, en realidad, es esotérico... y, bueno, que tampoco tengo nada en contra de la "espiritualidad", pero en esto del esoterismo me voy con cuidado . Tuve el mismo problema con aquella "teoría" de los niños índigos: todo el mundo afirmaba que existían como prueba de la evolución humana y había que tolerarlos porque "ellos veían mejor que nosotros y, por tanto, no podían adaptarse a ciertas situaciones que la gente que no había evolucionado" (yo es que creo que la evolución sirve, precisamente , para adaptarse... otra cosa son las "mutaciones", pero bueno, tampoco soy experta en la materia).
2.- El poder que la palabra tiene, no solo sirve para andar de "Blanca Nieves" por el mundo: también sirve para denunciar abusos, para tomar una postura. Creo, como ya lo he dicho, que la palabra no debe ser usada para causar daño...pero no creo que ser "políticamente correcto" todo el tiempo sea una buena estrategia y que a las cosas hay que llamarlas por su nombre, por mucho que a los demás no les guste escucharlo...decía Serrat "nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio".
3.- Hay que tomarse personal, lo que es personal y, desde luego, saber que la realidad es una, lo que cambia es la percepción y las excusas . Es cierto que no todo lo que hacen los demás lo provocamos nosotros. Pero también hay que reconocer que, lo que hacemos, tiene influencia en los demás y que hay que asumir las consecuencias de nuestros actos. Yo no quiero ser inmune al ser humano (de lo contrario me iría a meter a una cueva a meditar). Tampoco quiero ser permanentemente feliz (aunque esté de moda): quiero experimentar todas las sensaciones humanas y darme la oportunidad de equivocarme. Siempre estar alegre me resulta sumamente sospechoso. No indignarse por algo, me parece cobarde. No asumir responsabilidades, no ser objetivo con uno mismo, me parece poco maduro. No tratar nunca de superarse, por encima de las circunstancias, me parece indigno. Quitarle valor al entusiasmo y perseverancia ajena es síntoma de mediocridad.

Y, lo que más me molesta del libro, en especial, es el autor quien, utilizando el gancho exótico de su supuesta raíz indígena, llama
"domesticado" a quien no comparte sus ideas. Y digo supuesta raíz indígena, porque lo que los antropólogos saben de los toltecas, entre otras cosas (que nada tienen que ver con lo planteado por el autor) es:
  • Que, efectivamente, fue una de las culturas con mayor influencia en América. Pero que, también, fueron una pueblo guerrero que exterminó a muchas ciudades mayas.
  • Que, como todo pueblo de la época, adoraban a muchos dioses, entre ellos a Xipe Tótec: El "dios desollado" al que se le rendía culto mediante sacrificios humanos donde el sacerdote se "vestía" con la piel de la víctima (si atendemos a lo que dice el Dr. Ruíz, eso era menos malo que "hablar mal de la víctima").
  • Que la cultura Tolteca, desapareció en 1160, es decir mucho antes de la llegada de los españoles a nuestra tierra con lo que, con toda seguridad, los "supuestos" descendientes ya se habrían mezclado con otros pueblos y, después de la Conquista, la guerra de la Independencia y demás acontecimientos y centurias pasadas, poco o nada quedará de sangre tolteca en la familia de este señor.
Es decir, lo que molesta es que crea que somos todos idiotas, incapaces de leer algo con mayor profundidad o que investiguemos por nuestra cuenta. Él va a cambiar al mundo (mediante talleres, cursos y seminarios que, desde luego, no son gratuitos) y solo por eso hay que creerle...esto dicho, por supuesto, sin tomármelo personal.

Me quedo con lo que dice Krahe (aunque no encontré el video con él, si no con Manolo García), en El Cromosoma:

miércoles, 20 de agosto de 2008

No soy dios: soy un hombre

Pincha en la imagen, para que sepas porqué es una maravilla
Hombre (J. Bravo)

Soy hombre , he nacido,
tengo piel y esperanza.
Yo exijo, por lo tanto,
que me dejen usarlas.
No soy dios: soy un hombre
(como decir un alga).

Pero exijo calor en mis raíces,
almuerzo en mis entrañas.
No pido eternidades
llenas de estrellas blancas.
Pido ternura, cena,
silencio, pan, casa...
Soy hombre, es decir,
animal con palabras.
Y exijo, por lo tanto,
que me dejen usarlas


Al iniciar este blog, me propuse ser absolutamente responsable en cuanto al uso de un lenguaje que no cayera en los estereotipos de ninguna especie. Me gusta hablar del ser humano en general y hace mucho tiempo que pasé la fase de "somos de venus y ellos de marte". Sin embargo, como ya he colgado dos entradas hablando de mujeres, esta vez me gustaría hacer una reflexión sobre los caballeros, desde mi más profundo respeto y con el mismo cariño que le tengo a mis amigas. Espero lograrlo también en esta entrada.

Supongo que, en nuestros tiempos, "ser hombre" es algo más complicado que en otras épocas. Nunca como ahora se les ha cuestionado, culpado, etiquetado o disminuído . No sé si es porque aún aún no hemos encontrado el punto en el que, ambos componentes del género humano, podemos coincidir.

Antes de que entraran seres humanos maravillosos en mi historia, tenía ciertas percepciones sobre los hombres, producto quizá de mis experiencias familiares y mis demonios infantiles. Pensaba que eran complicados, mentirosos, violentos, mujeriegos, aprovechados, incapaces de ninguna generosidad, inutilizados para el amor y hasta un poco estúpidos. En fin, un mal necesario para las mujeres. Luego, al repetir mi historia familiar y vivir con la imagen personificada de mis dos padres, tuve la certeza de que eran eso y mucho más: egoístas, autocompl
acientes, acosadores y vanidosos. En ese entonces no me daba cuenta que, como decía una maestra en la Universidad, las mujeres también funcionamos como educadoras de machos y que, en muchas ocasiones, tratamos de hacerle la vida más fácil al "monstruo" del momento, no por generosidad, sino para obtener el absoluto poder de víctima, que nos permite dejarnos de hacer cargo de nuestras propias pesadillas y responsabilidades. Es, emocionamente, mucho más sencillo buscarnos y perpetrar al verdugo repugnante

Pero la vida, como tantas otras veces, se ha encargado de demostrarme lo estúpido de las generalizaciones y los juicios a priori. Gracias a una beca tuve la oportunidad de vivir en un país, tan diferente al nuestro, que toda mi construcción conceptual no valía para explicarme el lugar a donde había llegado. Esto me permitió abrir una grieta, en la coraza en la que habia envuelto a mis sentimientos, y a partir de ese momento me permití conocer hombres excepcionales que, revolucionaron las ideas que tenía hasta entonces, sobre esa otra mitad de la especie. Tuve la fortuna de encontrar hombres excepcionales: divertidos, generosos, sensibles. Capaces de entregar su alma y de bajar sus defensas. Hombres que consideran a la mujer como su compañera. Hombres que cocinan, lavan y comparten responsabilidades. Hombres capaces de amar y sentirse inmensamente plenos por ello. Hombres que no le temen a las mujeres independientes y libres. En fin, hombres que no son inalcanzables.

En México ( y me imagino que en todo el mundo), a pesar de la gente que busca cambios y de lo que pretenden los discursos, aún sobreviven ciertas condiciones que no permiten, a mujeres y hombres, construir algo como iguales. Entre nosotros todavía existe el machismo y
la victimización femenina, el acoso y las desigualdades... la cosa es saber que hay otras opciones y que uno es libre de aceptar y asumir las consecuencias con respecto a la gente con la que decide rodearse .

Existen hombres buenos (muchos, afortunadamente) y es posible alcanzarlos. Para eso solo basta tener claro que es lo que podemos aportar en una relación con ellos. Si nuestra imagen es la de una princesa que necesita ser rescatada, no va a funcionar, las armaduras de los caballeros andantes son muy pesadas y muy frías...no hay ser humano capaz de cargar con ellas (con las armaduras y con las princesas). Si consideramos que todos son monstruos o ranas, por mucho que los besemos e intentemos cambiarles, no se romperá el hechizo...la imagen mental es más poderosa que cualquier sortilegio. Habrá que mirar más allá, por encima de los estereotipos.
Haciéndole un guiño a la vida (que este blog se me está poniendo muy lúgubre últimamente), he de confesar que tengo una imagen de las cualidades que me gustan en un hombre: que sea lo suficientemente libre, para apreciar la libertad de los otros; lo suficientemente sensible, para sentir empatía por los demás; lo suficientemente respetuoso, para tolerar y entender a los que le rodean. Más allá de la apariencia, me gustan los hombres inteligentes y divertidos...claro que un estupendo par de manos no estarían del todo mal.


No, los hombres no son de Marte y nosotras no somos de venus...ambos somos habitantes de la Tierra.

Nueva tesis feminista (Gioconda Belli)
¿Cómo decirte hombre que no te necesito?
No puedo cantar a la liberación femenina
si no te canto y te invito a descubrir liberaciones conmigo.
No me gusta la gente que se engaña
diciendo que el amor no es necesario -"témeles, yo les tiemblo"
Hay tanto nuevo que aprender,
hermosos cavernícolas que rescatar,
nuevas maneras de amar que aun no hemos inventado.

A nombre propio declaro
que me gusta saberme mujer
frente a un hombre que se sabe hombre,
que sé de ciencia cierta
que el amor
es mejor que las multi-vitaminas,
que la pareja humana
es el principio inevitable de la vida,
que por eso no quiero jamás liberarme del hombre;
lo amo
con todas sus debilidades
y me gusta compartir con su terquedad
todo este ancho mundo
donde ambos nos somos imprescindibles.
No quiero que me acusen de mujer tradicional
pero pueden acusarme
tantas como cuantas veces quieran
de mujer.

martes, 19 de agosto de 2008

Existo, pero a veces no estoy...

Caminaba despacio, como si tuviera sobre sus hombros el peso del mundo...uno , dos, tres pasos...se detenía a darle masaje a sus rodillas sin más alivio que el contacto de sus manos, mientras que la gente, malhumorada, le apremiaba con un gesto, una mirada o un "¿me da permiso por favor"?, al pie de las escaleras eléctricas. Cuántas veces, en el vagón del metro, buscaron sus ojos un asiento libre, o alguien que adivinara cediéndole el lugar. No había caso, no era lo suficientemente joven para despertar la atención de los que fingían dormir, ni lo suficientemente vieja, para mover la compasión de los que estaban despiertos.

Emprendía la marcha, nuevamente, hasta llegar al trabajo donde, a fuerza de hacerse el hábito, además de colgar la chaqueta y guardar el bolso, se colocaba la sonrisa con la que debía atender al público mientras esquivaba las preguntas de los compañeros: "¿Cómo haces para tener tanta baja médica? ¿Si te sientes tan mal, cómo es que vas al cine el sábado?". No sabía que era peor, si esperar la visita de la supervisora ( para saber la hora de su llegada) o escuchar las recomendaciones de sus médico ("haga ejercicio, baje de peso, tome las cosas con calma). Terminaba el día con un suspiro, pensando que, nuevamente, le esperaba el camino de regreso a casa -y que ahora se antojaba eterno- donde la recibían frases , como balas: "Todo el día te la pasas quejándote y, total, para lo poco que haces...ya ni yo que tengo muchos más años que tú". Se arrastraba a la cama, decidida a permanecer escondida dentro.

Un día, cansada como siempre, llegó a la conclusión de que no podía con todo eso, así que decidió seguir el único consejo sensato que le dieron: dormir, cuando se tenga sueño, levantarse cuando se tengan ganas, comer cuando le apeteciera y buscarse algo que la hiciera feliz.

Existo, pero ahora no estoy, te atiendo cuando regrese ¡Y todo el mundo puso el grito en el cielo!

" La fuerza de una creencia no se puede comparar a la intensidad de un dolor"
Wittgenstein


¿Amas a alguien con Fibromialgia?
Por Norma I: Agrón (inspirado en una carta de Bek Oberin


Si amas a alguien con fibromialgia, sabrás que padecemos de dolores severos que varían de día a día y de hora en hora. Esto no lo podemos predecir. Por eso queremos que entiendas que a veces tenemos que cancelar cosas a último momento y esto nos molesta tanto como a ti.
Queremos que sepas que nosotros mismos tenemos que aprender a aceptar nuestro cuerpo con sus limitaciones, y no es fácil. No hay cura para la fibromialgia, pero tratamos de aliviar los síntomas a diario.

No pedimos padecer de esto. Muchas veces nos sentimos abrumados y no podemos lidiar con más tensiones de las que tenemos. Si es posible, no le añadas más tensiones a mi cuerpo. Aunque nos veamos bien, no nos sentimos bien. Hemos aprendido a vivir con un dolor constante la mayoría de los días. Cuando nos veas felices no necesariamente quiere decir que no tenemos dolor, simplemente que estamos lidiando con él. Algunas personas piensan que no podemos estar tan mal si nos vemos bien. El dolor no se ve. Esto es una enfermedad crónica "invisible" y no es fácil para nosotros tenerla.

Entiende, por favor, que porque no podemos trabajar como antes no es que seamos vagos. Nuestro cansancio y dolor es impredecible y debido a esto tenemos que hacer ajustes en nuestro estilo de vida. Algo que parece sencillo y fácil de hacer, no lo es para nosotros, y puede ocasionarnos mucho cansancio y dolor. No necesariamente algo que hicimos ayer lo podemos hacer hoy, pero tampoco quiere decir que no volvamos a ser capaces de hacerlo.

A veces nos deprimimos ¿Quién no se deprimiría con un dolor fuerte y constante? Se ha encontrado que la depresión se presenta con igual frecuencia en la fibromialgia, que en cualquier otra condición de dolor crónico. No nos da dolor por estar deprimidos, sino que nos deprimimos por el dolor e incapacidad de hacer lo que solíamos. También nos sentimos mal cuando no existe el apoyo y entendimiento de los médicos, familiares y amigos. Por favor, compréndeme, con tu apoyo y ayuda aminoras mi dolor.
Aunque durmamos toda la noche, no descansamos suficiente. Las personas con fibromialgia tienen un sueño de mala calidad, lo que empeora el dolor los días que duermen mal. Para nosotros no es fácil permanecer en una misma posición (aunque sea sentados), por mucho tiempo. Esto nos causa mucho dolor y toma tiempo recuperarnos. Por esto no vamos a algunas actividades que sabemos que este factor nos perjudicaría. A veces acudimos aunque sabemos las consecuencias que traerá.

No nos estamos volviendo locos si a veces se nos olvidan cosas sencillas, lo que estábamos diciendo, el nombre de alguien o decimos la palabra equivocada. Estos son problemas cognoscitivos que son parte de la fibromialgia, especialmente en los días en que tenemos mucho dolor. Es algo extraño tanto para ti como para mí. Pero riamos juntos y ayudémonos a mantener nuestro sentido del humor.

La mayoría de las personas con fibromialgia somos mejores conocedores de esta condición, que algunos médicos y otras personas, pues nos hemos visto obligados a educarnos para entender a nuestro cuerpo. Así que, por favor, si vas a sugerirme una "cura" para mí, no lo hagas. No es porque no aprecie tu ayuda o no quiera mejorarme, sino porque me mantengo bastante informada y he tratado ya muchas cosas

Nos sentimos muy felices cuando tenemos un día con poco o ningún dolor; cuando logramos dormir bien; cuando hacemos algo que hace tiempo no lográbamos, cuando nos entienden. Verdaderamente apreciamos todo lo que has hecho y puedes hacer por mí; incluyendo tu esfuerzo por informarte y entenderme. Pequeñas cosas significan mucho para mí y necesito que me ayudes. Sé gentil y paciente. Recuerda que dentro de este cuerpo adolorido y cansado, todavía sigo estando yo. Estoy tratando de aprender a vivir día a día, con mis nuevas limitaciones y a mantener la esperanza en el mañana.

Gracias por haber leído esto y dedicarme tu tiempo. Tal vez desde ahora puedas comprenderme mejor. De veras que agradezco tu interés y apoyo.


www.fibromialgia.com

lunes, 18 de agosto de 2008

Breve...

La entrada anterior fue casi una premonición (si creyera en esas cosas), lamentablemente...

Seré breve...porque sé que a veces el mejor apoyo es callarse y escuchar, por mucho que una quiera hacer algo, en vez de fingir que no vemos nada , cuando en realidad lo que una quiere es gritar: ¡Basta!

No camino en tus zapatos, ni sé lo que vienes cargando desde hace un tiempo, pero si te sirve de algo saber que estamos contigo y que, mientras nos lo permitas, siempre tendrás un hombro donde recargarte, manos para sostenerte, una taza de café y muchos pañuelos desechables. Sólo eso...por el momento.

viernes, 15 de agosto de 2008

Mujeres especiales

Esta es una entrada que me he traído desde la vieja casa. He tenido que lijarla y barnizarla, pues estaba un poco desgastada. Y me la he traído porque he estado leyendo algunas entradas en otros blogs (y sus respectivos comentarios), hablando de ciertas situaciones que les acontecen a diferentes mujeres alrededor del mundo, casi todas referidas a la llamada "violencia doméstica" o al acoso en cualquiera de sus manifestaciones. Para la gente de bien, la gente que ni por equivocación se permitiría herir a otra persona (sea hombre, mujer o niño), es difícil comprender porqué alguien se queda en una relación (amorosa, laboral o de cualquier tipo) donde no se le respeta y se le daña constantemente. Con los años y la experiencia he pasado la fase de explicarme nada sobre este tema o de intentar hacer reaccionar a alguien invadido por el miedo. Sólo puedo decir, como heredera de una larga cadena de mujeres abusadas (si pues, hay cosas que se heredan, como los lunares o el color de pelo), como integrante de una sociedad acostumbrada a soslayar el papel femenino (y me refiero a la sociedad mexicana), y como parte de un colectivo de mujeres que se arriesgan a enfrentar las consecuencias de decir ¡Basta!, que la cosa va más allá del "estar acostumbrado" , "tener pánico" o " merecerlo por carecer de neuronas y de autoestima".

Alguna vez, una amiga me dijo que el precio de ser independiente, fuerte, libre, es estar sola... y ¡Claro! vale más sola que mal acompañada pero, llegar a esa conclusión suele tomar una cantidad de energía y de tiempo considerables donde, además, se requiere de un soporte externo: ya sea proveniente de amigos, de profesionales y de la sociedad en general. Algunas lo logramos, con las herramientas personales que tenemos o nos buscamos, otras lamentablemente no. Yo he visto, por mi trabajo, una cantidad de mujeres literalmente masacradas: física y/o emocionalmente, que no se deciden a dar el salto, por diversas circunstancias que, quizá a mi pueden parecerme fáciles de solucionar pero que, en la medida de no cargar con la mochila ajena, no estoy en posición de criticar a la ligera: masacradas en casa, criticadas afuera e impedidas por la familia a cambiar (porque hay que ver como pesan ciertas tradiciones y cierto grado de confort que algunos integrantes de la familia creen su derecho irrenunciable), se quedan, claro que se quedan por temor, por confusión, por costumbre y porque no basta con el puro deseo o la fuerza de voluntad de la persona en cuestión.

En fin, la entrada antigua da cuenta de algunas de mis herramientas. Hoy, afortunadamente, puedo agregar nombres en la lista de mis mujeres especiales. Muchas de estos nombres provienen de las amigas que esta ventana me ha regalado. Pero les pongo la entrada en cuestión:


"N"No soy yo la indicada para develar el misterio del "eterno femenino". No soy yo quien va a hablar por todas las mujeres del planeta. Lo único que puedo contar es la parte del universo femenino que me ha tocado vivir y lo que todas y cada una de MIS mujeres me han enseñado de la vida.
Puedo hablar de mujeres como Mariko, Judith, Elena, Carmen, Tere y Lola: generosas, inteligentes, solidarias. Mujeres que han decidido permanecer independientes y libres, en una sociedad que considera valiosas a las sumisas y conformistas.

La primera mujer significativa es, por supuesto, mi madre. ¿Quién más habría podido darme alas para volar allende el mar, las fronteras y la autocomplacencia?. Mujeres, como mi hermana, con quien puedo converger, a pesar de las profundas diferencias entre nosotras, en el profundo amor que nos tenemos.
Mujeres-niñas, como Megan y Maitane, quienes sobrevuelan mi existencia con sus alas de cristal y con las que me gustaría compartir lo mucho que he aprendido de todas las mujeres en mi historia personal.
Mujeres cuya amistad es tan fuerte, que aguanta distancia y tiempo.
Mujeres especiales, por el hecho de ser íntegras, sin tapujos ni recovecos."

La entrada original iba acompañada de un poema de Eilesh McArt, que si les interesa,pueden leer en "La del pirata cojo" . No he puesto el poema aquí, porque la tarde de hoy es más llevadera con música. Y he escogido esta otra canción de Alejandro Filio, para recordarnos que todas merecemos ser amadas de ésta manera:

Ahora...

Ahora, que mis pasos no pueden llevarme tan lejos, es tiempo de: revisar cajones, ordenar armarios, limpiar el ático, ventilar el sótano, recomponer espejos, restaurar afectos, clasificar papeles, pintar el alma, reparar grifos, recuperar recuerdos, conectar bombillas, reemplazar metas, vaciar cestos, asolear ropa, podar el césped, armar palabras, hacer la compra, lavar rencores, rellenar agujeros, desempolvar el ánimo, extender las alas y mitigar el caos.
Una vez hecho todo aquello, habrá que tomarse un café, y dos tabletas de Sabina, que disipen cualquier rescoldo de migraña espiritual y me ayuden a lidiar con la confusión propia...y ajena.

Cecilia, me ha recomendado esta otra píldora. Como ella es una persona con gran capacidad de observación y cuenta con un privilegiado sentido de la intuición, hay mucho que escucharle y aprenderle. Gracias Cecilia y sí, que la vida "princesa" se busque otro perro que le ladre que yo no quiero calor de invernadero, ni columpio en el jardín, ni un corazón cobarde.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Los niños tienen la palabra

En la entrada anterior hice mención sobre la no existencia de "malas palabras", sino del uso que hacen las malas intenciones. Y bueno, hablando del lenguaje como una herramienta, como la más alta y sublime de las creaciones humanas, me vino a la memoria una noticia que leí hace mucho en un periódico de mi ciudad. Creo que muchos de ustedes habrán leído sobre lo que les voy a contar a continuación. Sin embargo, me atrevo a ponerla aquí por varias razones, muchas de ellas motivadas por el precioso premio que Miriam me regaló (y que ahora adorna la barra lateral de este blog, junto con la rosa de Driada), así como de los comentarios que amablemente se sirven dejarme por aquí mis recientes amigos blogueros.

En fin, divago. De lo que les quería hablar es de la magia que surge cuando alguien aprende un lenguaje nuevo: esto vale para aquellos que estudian un idioma que no es el materno, así como para los niños cuando están acercándose al mundo de las palabras (ya sea que estén aprendiendo a hablar o a leer y escribir). Yo recuerdo un montón de palabras "inventadas" por mis alumnos o por mis hijos (todavía tengo una pequeña "creadora" de palabras, en casa): "bibi" (por biberón), "sasayunar" (por "desayunar, comer, cenar"), "araña" (que lo mismo puede nombrar al animalito, como a una maraña de cabello o pelusa). Y bueno, también recuerdo, cuando estaba haciendo mis pininos en el idioma japonés cuando, y quizá como válvula de escape, nos inventamos la palabra "gomiyague" (gomi, en japonés es "basura" y omiyague" es regalo) en cierta ocasión en que regresando de un día de campo, previa escalada a una montaña, veníamos tan cansados que le dejamos al que vimos más distraído, el encarguito de tirar la basura de dicho camping. o cuando, después de ver un video sobre la forma incorrecta de contestar a ciertas preguntas, comenzamos a jugar, con un diálogo parecido a esto:
a: ¿Qué hora es?
b: ¡Jueves!
a: ¡Aaaay, me pasé dos cuadras!

Pensando en todo esto, me vino a la memoria el Manifiesto del Congresito de la Lengua Española (Los niños tienen la palabra), celebrado en Cartagena, Colombia, en el 2007. De dicho manifiesto, quiero rescatar los siguientes acuerdos tomados entre los niños participantes:


- Los niños y las niñas del Congresito de la Lengua Española, Medellín 2007, queremos pedirle a las palabras que no sean usadas para herir y matar, para obligar, prohibir y regañar. Que se cambien por palabras mágicas para imaginar un mundo habitado por la alegría.
- Queremos pedirle a las palabras que se usen para llegar a acuerdos, para conciliar y para resolver problemas, no para dividir.
- Queremos también que las palabras que sean el medio para estudiar, para llegar al conocimiento, para aprender cosas nuevas cada día y para disfrutar de cuentos poesías y canciones.
- Nos comprometemos a hacer buen uso de las palabras, a respetarlas, a quererlas, a no olvidarlas y a cuidar de ellas.

En el manifiesto, también se plasmaron diferentes selecciones de palabras.

- Las palabras más queridas por los niños, fueron:
Chocolate, Música, Crispeta, Carcajada, Soñar, Futbol, Mágico, Amigo, Montaña y Mamá.

- Palabras que han caído en desuso, pero que se comprometen en desempolvar utilizándolas:
1.-Ágape: fiesta que estrecha lazos de hermandad.
2. Cántaro: vasija para recoger agua.
3. Chéchere: algo viejo y deteriorado.
4. Embeleco: un capricho chiquito. Así llama mi mamá a los novios de mi hermana.
5. Embrollo: dificultad sin resolver.
6. Menjurje: ungüento revoltijo.
7. Modorra: pereza.
8. Pipiolo: persona joven.
9. Pañolón: Pañuelo grande que se ponen las señoras para ir a la misa.
10. Güete: contento con algo.

- Palabras inventadas, para incluirlas en el lenguaje:
1. Flapigozo: expresión de felicidad, explosión de gozo.
2. Murmulencio: murmullo que se oye en el silencio.
3. Tristesinra: tristeza que se siente como un huequito en la barriga y que no tiene una razón definida.
4. Pionilla: peinilla que se usa para sacar piojos.
5. Lunor: luz de la luna.
6. Hormonado: muchacho que come mucho.
7. Fruspiro: suspiro ahogado y repetido que se produce al bañarse con agua helada.
8. Pinochada: mentira que va creciendo cada vez más.
9. Japisteza: cuando se siente tristeza y alegría a la vez.
10. Lumpereza: pereza que da los lunes de ir al colegio o a trabajar.

Cuando me leí el Manifiesto entero, no pude menos que sonreír y, de paso, recordar a Frato (Francesco Tonucci), autor de la imagen que acompaña esta entrada y quien, por medio de la viñeta, nos recuerda la importancia del descubrimiento, la creatividad y de que, en el fondo de toda construcción del conocimiento, lo fundamental es el proceso, no el resultado (que para eso hay tiempo de corregir las hipótesis). Luego, tratándose del lenguaje, jugar con las palabras y utilizarlas, como dicen los niños, para llegar a acuerdos, para aprender, para contar cuentos, habla de una delicada disposición que todos tenemos como capacidad pero que, lamentablemente, no todos tenemos la voluntad de demostrar.

Y esta entrada, si me lo permiten, que sirva de homenaje a todas las personas que navegan la red la red y van derramando el arte y, lo que es más importante, la disposición para hacer volar las palabras del otro, mediante sus comentarios: solidarios ante las tristezas; gozosos de compartir las alegrías y siempre generoso con su tiempo y palabras para el otro.

La viñeta de Frato está en el libro "Con ojos de niño". Si quieren leer el Manifiesto completo, lo pueden encontrar en : http://congresosdelalengua.es/cartagena/hemeroteca/sala_prensa/prensa34.htm

lunes, 11 de agosto de 2008

Dice mi hermana...


...que le doy mucha importancia a cosas que realmente no lo tienen. Pero mi hermana es así: va por la vida como si nada pudiera tocarla.
Yo no puedo, soy demasiado susceptible a las palabras o, mejor dicho, a la forma en que son usadas, especialmente si se trata de aislar o hacerle daño a la gente. No es que particularmente me importen las críticas malintencionadas. Son como esas piedritas en el zapato, que te sacudes de vez en cuando, para seguir caminando cómodamente. Pero, igual que un grano de arena dentro de una ostra, puede formar una perla...cierto uso constante del lenguaje puede llegar a convertirse en una roca muy pesada, como para aguantarla permanentemente.

Conozco personas (algunas inclusive amistades mías) que se sorprenden cuando, de repente (o frecuentemente) se me escapan un par de tacos (o "malas palabras", que les dice una amiga mía) en situaciones donde la incongruencia me abruma...pero eso sí, no pueden vivir sin opinar sobre la vida de los demás. Cuando sus "doctas " o "decentes" opiniones se hacen de frente, no hay problema, porque uno tiene la opción de no apropiárselas, o de analizarlas, de devolverlas respetuosamente o, directamente, de mandar al carajo al entrometido o entrometida (o al infierno, o a la chingada...como decimos en México) en cuestión.
Pero cuando los comentarios son hechos a espaldas de los demás, la cosa es grave porque, además de asesinar una reputación, se convierte uno en cómplice, ya sea de pensamiento, palabra, obra u omisión, a veces por el simple hecho de estar presentes. Y es que los entrometidos necesitan, a falta de argumentos , testigos que avalen, propaguen e incrementen sus "perlas" de sabiduría.

¿Malas palabras? No existen, lo que hay son malas intenciones, ganas de disminuir los éxitos del otro o mucho tiempo libre que perdemos en lugar de aprender o hacer algo de provecho, que nos beneficie o beneficie a los demás. Las dichosas "malas palabras", son como esas "malas compañías" de la canción de Sabina: son las mejores, en ciertos casos.

Las otras, las "buenas palabras" que esconden mala leche, comienzan siempre con algo así como:
  • Con todo respeto, pero...
  • No es que a mí me importe, pero...
  • No es que a mí me guste el chisme (o cotilleo o marujeo, como le llamen ustedes), pero...
  • Prométeme que no se lo vas a decir a nadie, pero...
Y son esos "peros" la piedrita que vamos depositando en los zapatos ajenos.

Lo que tengo claro es que, cuando a uno le dicen una de las frases anteriores, es mejor conectar el traductor a un idioma extraño, para no escuchar. O mejor, retirarse del centro del chisme (afectiva y físicamente), dejar claro que uno no es el cesto donde puedan tirar toda la basura que se les antoja, sobre otra persona y...este...pues mandarlos directamente al carajo (o al infierno, o a la chingada), si siguen insistiendo en lo de hacerte cómplice.

PD:
Perdón por la entrada poco amable de hoy, pero la vida es así: viene en muchos sabores, colores, olores y texturas.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Entre las almas y entre las rosas, hay semejanzas maravillosas

Mi amiga Driada me dejó escoger una rosa, de su bello jardín, para tenerla aquí en mi espacio. Elegí la que pueden ver en la barra lateral (ROCIO ELIAS), que es una rosa que le regaló su hijo. Me gustó por el detalle del botón que se ve detrás: me habla mucho de esperanza a punto de florecer.

Tratando de encontrar un marco especial para este regalo, me fui a navegar por la red. Viendo como a algunos las rosas les traían recuerdos de la receta de Laura Esquivel, en "Como agua para chocolate", me acordé de un platillo que tuve la ocasión de probar, en un restaurante cercano al Palacio de Minería , en el centro de la Ciudad de México: tarta de rosas y almendras. Así pues, en la red estuve buscando recetas de cocina, con pétalos de rosa como ingrediente. Encontré cientos de ellas: desde jaleas y mermeladas, hasta licores. Luego me acordé que, en Xochimilco, las neverías locales hacen "helados" (o sorbetes, como puede ser que les llamen en otros lugares) con distintas flores. De ahí a recordar tres canciones de Ricardo Palmerín (compositor yucateco), todo fue como abrir la gaveta de mi madre para escucharlas: "Dos rosas" , "El rosal enfermo" y "Semejanzas".

"Semejanzas" me llevó, nuevamente, al jardín de Driada pues, en una de sus entradas, habla de rosas con nombre de poetas. Yo no sé si tengo un pensamiento circular, pero de lo que estoy segura es de que las casualidades no existen. Les pongo la letra de la canción , en tanto consigo el permiso de mi madre para convertirla en mp3 (es que el disco es de los antiguos, de vinil):

Entre las almas y entre las rosas
hay semejanzas maravillosas,
las almas puras son rosas blancas
y las que sangran son rosas rojas.

Y si sus sueños a un alma arrancas
es una rosa que cruel deshojan
entre las almas y entre las rosas
hay semejanzas maravillosas

Almas que hieren con sus inquinas,
almas que un fuego de amor consume,
rosas que punzan con sus espinas
rosas que besan con su perfume.

Almas enfermas de amargas cuitas,
rosas ajadas, mustias, marchitas,
entre las almas y entre las rosas
hay semejanzas maravillosas.

Ricardo Palmerín, padre del "bambuco" yucateco, nació en un pueblo de la llamada "Tierra del Faisán y del Venado" (Yucatán), llamado Tekax. Tierra de trovadores y de artistas de la talla de Guty Cárdenas, Luis Dememtrio y, quizá el más conocido, Armando Manzanero. Las canciones que componen la llamada "Trova Yucateca", son todas verdaderos poemas donde, el lenguaje, adquiere tintes verdaderamente sublimes.

Por si alguien está interesado en conocer algunas composiciones, les dejó los siguientes enlaces:
Dzunum
Canciones yucatecas
Mientras, les dejo esta canción, también de Ricardo Palmerín: "Peregrina", interpretada por Eugenia León y la Orquesta Sinfónica de Egipto

lunes, 4 de agosto de 2008

El color de la nostalgia

La nostalgia, la mía, a veces es azul. Otras veces es un montón de papeles arrugados en un rincón. Otras tantas, es un perfume mezclado con naftalina y, otras, reminiscencias de sabores o fragmentos de cartas y fotografías perdidas en algún lugar del tiempo, en un remoto espacio compartido o privado.
Mi nostalgia, me cobija. Cuando amenazan las heladas tormentas externas, me enredo en el edredón nostálgico, café en mano, y acurrucada en el sillón siento una caricia de voces, notas musicales y palabras de gente añorada que, no por estar lejos, deja de estar presente en algún momento del día. No es una nostalgia de lágrimas saladas, ni de hiel amarga; ni siquiera es de miel dulzona. Más bien, es un sabor agridulce que paladeo cuando hace falta.

Tengo, con ella, un pacto: cuando la vida trata de endurecerme, o me hostiga para esconderme en un rincón, donde no pueda ser escuchada, mi nostalgia me recuerda que tengo raíces fuertes para plantarme en el mundo, con esta boca, y decir que lo mejor aún está por llegar.


Estas son otras "Nostalgias":


MusicPlaylist

Nostalgia (Mario Benedetti)

¿De qué se nutre la nostalgia?
Uno evoca dulzuras
cielos atormentados
tormentas celestiales
escándalos sin ruido
paciencias estiradas
árboles en el viento
oprobios prescindibles
bellezas del mercado
cánticos y alborotos
lloviznas como pena
escopetas de sueño
perdones bien ganados
pero con esos mínimos
no se arma la nostalgia
son meros simulacros
la válida la única
nostalgia es de tu piel