MUSICA

viernes, 28 de noviembre de 2008

Leyenda Veracruzana: Caxixinath (Flor de Vainilla)

"Yo nací con la luna de plata
y nací con alma de pirata.
He nacido rumbero y jarocho
trovador de veras
y me fui lejos de Veracruz"

Eso decía, hablando de su patria chica, un mexicano, enamorado de España (quien le compuso canciones a Granada, Madrid y Valencia). Nuestro "Flaco de Oro" Don Agustín Lara, nacido en la Tres Veces Heroica Villa Rica de la Vera Cruz . Tierra donde hacen su nido las olas del mar y un lugar donde, además, nació la cultura Olmeca, llamada la Madre de las culturas mesoamericanas.

Mucho se puede hablar de Veracruz (el Estado y la Ciudad): de sus culturas prehispánicas (huastecos, totonacos, nahoas y olmecas); de Catemaco y sus lagunas donde, a decir de muchos, se reúnen los brujos más poderosos y efectivos; de los portales del puerto y del delicioso café en La Parroquia; de la cárcel de San Juan de Ulúa, donde murió Chucho el Roto, bandido casanova y Robin Hood Mexicano; de la región huasteca (guasteca), tierra de sones, huapangos, improvisaciones y falsetes... y, para colmo, en Veracruz nació ese apodo "cariñoso" que le dan todos los mexicanos, que no han nacido en la Ciudad de México, a los nacidos en esta urbe nuestra de cada día: "chilangos" , que es el nombre de un cangrejo que, al salir del agua, se adquiere un color rojo encendido. Y dije "cariñoso" , porque aquí corre un dicho que dice: "Has patria y mata a un chilango" (ya saben, los capitalinos siempre pecamos de antipáticos y soberbios).
Veracruz es, además, una ejemplo del sincretismo cultural, del mestizaje fecundo y creador: las culturas prehispánicas se mezclaron con la española y con la negra, dando como resultado una riquísima tradición que se expresa en la música, los bailes y la comida. Por ejemplo, el traje veracruzano recuerda alguno de los cubanos y, además, se utilizan la llamada "sevillana" (mantón blanco) y peinetas y, el famoso zapateado jarocho tiene reminiscencias de tonadas y seguidillas españolas (a decir de los expertos). Les pongo el siguiente video que, aunque no de muy buena calidad, se alcanza a apreciar el arte de los bailarines jarochos:



Hablando de sones jarochos (veracruzanos), hay uno que,tristemente, se hizo famoso mundialmente primero con la película de la vida de Ritchie Valens, y después con Los Lobos: "La Bamba". Y digo tristemente porque, como pasa con muchas cosas que tocan nuestros vecinitos, el conocimiento sobre los orígenes de este son quedan de lado, transformándose simplemente en un motivo folclórico que, una vez adornado por la "magia" de esos vecinos, puede ser consumido simplemente porque, pues , tiene "ritmo". Pero La Bamba es un son que, además de ser muy antiguo, nació como canción de protesta y, además, sigue viva no sólo por su fama, sino también porque, a la letra original, se le han ido agregando versos producto del ingenio del pueblo veracruzano. La música que les he puesto de fondo, por ejemplo, es una de muchas versiones de La Bamba.

LA HISTORIA DE "LA BAMBA"
Fuente (en copia-pega): John Todd Jr

En mayo del 1683, un pirata holandés, Lorenz de Graaf, localmente conocido como "Lorencillo" invadió y se apoderó de la ciudad de noche. Lorencillo y su grupo de piratas, junto con un tal John Russell acorralaron a todos los ciudadanos en la iglesia de la plaza central del pueblo. Los mantuvieron presos durante tres días y medio mientras que él y su banda hicieron lo que deseaban mientras saqueaban la ciudad. El mes de mayo en Veracruz es uno de los meses más calurosos del año, y sin el alimento y el agua, muchos eligieron saltarse a la muerte tirándose desde la azotea de la iglesia.

Al terminar de saquear el pueblo de Veracruz, tomaron a la fuerza treinta de las muchachas más bonitas, llevándoselas a a la Isla de los Sacrificios. Las muchachas se quedaron allí por otros 5 días más sin comida ni agua antes de ser rescatadas.

L
a falta de la seguridad de los piratas para los civiles sacudió el imperio colonial entero de España porque la gente se dio cuenta que era indefensa. Finalmente el Rey fue forzado a construir murallas de protección alrededor de las ciudades importantes de la colonia española, incluyendo Veracruz.
En aquellos años prácticamente no había ejército ni armada para la defensa de la población civil, y empezaron un nuevo programa de reclutar jóvenes en un nuevo ejército para defensa de los puertos. Un nuevo sistema de defensa civil fue organizado con las campanadas de alarma, y ensayos de preparación de defensas.

La gente de la ciudad de Veracruz consideraba que los esfuerzos por las autoridades locales eran inútiles y absurdos, porque el peligro ya había pasado.
Pronto una canción popular comenzó a circular referente a la tontería de tantas actividades. La canción satírica se llamaba La Bamba y que hizo que la gente se ríera de la realidad de la situación, especialmente de los funcionarios locales llenos de pompa y poderío.
La palabra "Bamba" proviene de una palabra de aquellos días, "Bambarria", que refiere a los esfuerzos hechos para prevenir algo, pero después de que realmente había pasado.
Se cree que el nombre de la canción fue aplicado como una declaración abierta de protesta a las autoridades de Veracruz que trabajaban con impaciencia en la defensa del puerto, cuando ya no existía el peligro.

La Letra Original
Mucha de la letra original de la canción todavía existe en la actualidad, aunque mucha gente no recuerda el significado original. He aquí algunos de aquellos versos:

Contra los oficiales pomposos:
Para bailar la bamba se necesita
Una poca de gracia
Una poca de gracia, y otra cosita...

Un día viendo unas fotos de la catedral de Veracruz donde la población fue apresada por Lorencillo durante los tres días y medio del caluroso mes de mayo, recordaba la letra de la canción y de la gente y como subirse al techo para lanzarse desde allí a la muerte. Para lograrlo, habría que llevar una escala larga para subir a la azotea, y una corta para subir al c
ampanario, de ahí, los siguientes versos:

Para subir al cielo
Se necesita
Una escalera grande
Y otra chiquita
Y arriba y arriba,
Arriba iré


En este verso probablemente estaban las palabras de cierto joven de la costa delante el sargento de la leva de la armada.
En aquellos días, nadie con sus facultades mentales completas deseaba ser marinero a ir al mar en busca de piratas que probablemente estaban mejores armados:

Yo no soy marinero
Soy
Capitán (del ejercito)

Quizás después de que una demostración de la fuerza de parte del oficial del reclutamiento, el muchacho se aplaque en sus esfuerzos de resistir la leva y dice:

Por tí sere, Por tí seré...

Cerca de Veracruz, el pequeño pueblo de Medellín fue fundado en 1523, el mismo año que Veracruz. El conquistador famoso Hernán Cortes una vez vivió allí. Está situado en un lugar seguro sobre el río Jamapa arriba de Boca del Río. Después de la Independencia en 1810, agregaron al "de Bravo" al nombre. Hasta en Medellín de Bravo se sintieron los efectos de la Bamba en los preparativos ineptos para piratas.

Ay tilín
, tilín, tilín , tilín
Tilín, tilín que repiquen campanas
Repiquen campanas de Medellin
de Medellin, de Medellin

Y bueno, además de Lorencillo, Veracruz también fue "visitada" por los piratas Francis Drake y John Hawkins; después por el ejército francés y, por el ejército de Estados Unidos, de ahí proviene su mote como Tres Veces Heroica.

PAPANTLA: LA LEYENDA SOBRE EL ORIGEN DE LA VAINILLA

Papantla es una ciudad veracruzana que fue fundada aproximadamente en el año 1230 D.C. Esta ciudad forma parte de un programa turístico mexicano, llamado "Pueblos Mágicos", por su riqueza cultural: la zona arqueológica del Tajín y diversos parques temáticos, como el de Xanath, son un ejemplo de sus numerosos atractivos, al igual que los famosos "Voladores" u hombres pájaro, como se les conoce en algunos países y de quienes les hablaré en otra oportunidad (Ver: PAPANTLA)

La leyenda de hoy tiene mucho que ver con el lema de esta ciudad: "La ciudad que perfuma al mundo"; y es que de Papantla proviene uno de los productos que, como decimos por acá, México regaló al mundo: la vainilla.

Durante más de tres siglos, México fue el único productor de vainilla. A mediados del siglo pasado, los franceses llevaron la planta a sus colonias en Asia y África, donde florecía pero no daba fruto, y es que la flor de la vainilla solo permanece abierta durante 24 horas por lo que, de acuerdo al botánico belga Charles Morren , ese era el momento en el que insectos y colibríes, que no existían en aquellas regiones, la polinizaban. Edmundo Albius, un esclavo de la Isla de la Reunión, perfeccionó un método de polinización artificial y, a partir de entonces se sembraron plantas de vainilla en Java, Madagascar, Tahití, las Seychelles, Brasil y Jamaica, por citar algunos lugares. Madagasgar es, actualmente, el lugar que produce el 80% de la vainilla natural que se consume en el mundo pues, a partir de que los laboratorios inventaron como producirla artificialmente, la mayor parte de la vainilla que se consume es artificial.

La leyenda totonaca, sobre el origen de la vainilla, es la siguiente (Fuente: "México Desconocido. Edición especial". Libros del rincón-SEP. México 1999):

"Los totonacas emigraron de Teotihuacan y se asentaron en las costas de Veracruz. Allí construyeron el reino de Totonacapan. Los jefes de aquel señorío levantaron adoratorios a sus deidades, entre las que sobresalía Tonacayohua (Tonacayogua), que cuidaba la siembra, el pan, y los alimentos.

En la cumbre de una de las más altas sierras cercanas a Papantla, tenía su templo Tonacayohua de cuyo aderezo y ritos estaban encargadas seis jóvenes pobres que desde niñas eran dedicadas especialmente a ella y que hacían voto de castidad de por vida.

En tiempos del rey Tenitztli, nació de una de sus esposas, una niña bellísima a la que llamaron Tzacopontziza que significa Lucero del Alba. Su padre la consagró al culto de la diosa para que ningún mortal se le acercara.

Un joven príncipe llamado Zkatan-Oxga, el Joven Venado, se prendó de ella. Sabía que poner sus ojos en la doncella era sacrilegio penado con el degüello. Un día que Lucero del Alba salió del templo para recoger tortolitas y ofrendarlas a la diosa, su enamorado la raptó y huyó con ella a lo más abrupto de la montaña. De pronto se les apareció un espantable monstruo que los envolvió con oleadas de fuego y los obligó a retroceder. Al llegar al camino, ya los sacerdotes los esperaban airados y, príncipe y princesa fueron degollados de un solo tajo. Sus cuerpos, aún calientes fueron llevados hasta el adoratorio. Allí, tras extraerles los corazones, fueron arrojados en el altar de la diosa.

En el lugar que se les sacrificó, la hierba menuda empezó a secarse, como si la sangre de las dos víctimas, allí regada, tuviera un maléfico influjo. Pocos meses después comenzó a brotar un arbusto, pero tan prodigiosamente, que en unos cuantos días se elevó varios palmos del suelo y se cubrió de espeso follaje. Cuando alcanzó su crecimiento total, comenzó a nacer junto a su tallo una orquídea trepadora. Una mañana se cubrió de mínimas flores y todo aquel sitio se inundó de aromas.

Atraídos por tanto prodigio, los sacerdotes y el pueblo no dudaron ya de que la sangre de los dos príncipes se había transformado en un arbusto y orquídea. Y su pasmo subió de punto cuando las florecillas se convirtieron en largas y delgadas vainas, que al madurar, despedían un perfume todavía más penetrante, como si el alma inocente de Lucero del Alba se hubiera convertido en la fragancia más exquisita.

La orquídea fue objeto de culto: se le declaró planta sagrada y se elevó como ofrenda divina hasta los adoratorios totonacas.

Así, de la sangre de una princesa, nació la vainilla que en totonaco es llamada Caxixinath ( flor recóndita ) y en azteca Tlilixóchitl ( flor negra ).


Feliz y perfumado fin de semana a todos.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

El Muro

Como se los anticipé, el jueves 20 asistí al 3er Encuentro de Artistas Jóvenes Independientes , realizado en el Calpulli Marina, un espacio sui géneris tanto por haber sido una tienda de departamentos, como por los graffitis que adornan sus muros. Lamentablemente no llevaba cámara, pero al amigo que me invitó (y que es mucho mejor fotógrafo que yo) ya lo comprometeré para que me preste algunas.

Entre las obras expuestas, dos me gustaron mucho: el retrato de una mujer cuyos cabellos estaban conformados por mazorcas de maíz . La otra era una pintura, dividida en páneles (lo siento, no soy experta) con la imagen de quetzalcóatl, nuestra famosa serpiente emplumada. También hubo otros trabajos, así como varios videos que, perdonando mi ignorancia, me provocaron la misma impresión que tuve al ver una danza Butoh en Chicago: o de plano soy poco abierta o ignorante...me aburrieron unas, otras me dejaron fría. Pero bueno, tratándose de una exposición colectiva eso es lo que más o menos se puede esperar. Sin embargo, la parte que más me gustó es la del esfuerzo de muchos jóvenes talentos por sobrevivir y transmitir, a pesar de lo limitado y desorganizados de algunos espacios y promotores de los mismos.

Ahora, y sin perder la objetividad, el trabajo que presentó mi amigo (y el grupo al que pertenece), fue uno que me dice mucho pues me recuerda ciertas experiencias que tuve trabajando en el extranjero. Cierto es que haber vivido 5 años en Estados Unidos y dos en Japón, no me hacen una experta en asuntos migratorios, porque además yo estuve en muy buenas condiciones. Pero el contacto con gente en condiciones menos favorables que las mías, al menos, me abrió los ojos respecto a ciertas preconcepciones que se tienen sobre la gente que se va a otro país a trabajar, de manera "ilegal".
Nadie deja a su familia, su cultura y lo que le es propio , solo por ambición... se van por hambre, porque en el país ede origen no existen las condiciones necesarias para sostener a su familia y materializar sus sueños, ya sean estos grandes o pequeños.

Este fue el trabajo presentado por mi amigo Ernestto Contreras (no van a ver su nombre ahí, porque Ernestto es su seudónimo) y el Grupo Petra



El "cover" de la canción de Sting, particularmente, me trae a la memoria la forma en que los japoneses llaman a los extranjeros, cuando se refieren despectivamente a ellos (no todos, para ser justa): "gaijin" (gaiyin), que es algo así como decir "gente de fuera". Nosotros, los "gaijines" becados y que por lo tanto, no padecíamos del temor a ser deportados por quítame allá estas pajas, transformamos la canción en algo así como: "I´m a legal alien, I ´m a gaijin in Japan". Una tontería si tomamos en cuenta que nuestro status "legal" nos protegía en lo jurídico, pero esto de ir en trenes y autobuses y ser constantemente observados (cuando no señalados) amén de ser considerados contagiosos y primitivos , pues da para ése y otros chistes fáciles.

En cuanto a mi experiencia en los Estados Unidos, verán, será la cercanía con estos incómodos vecinos, pero aunque yo estaba trabajando legalmente, si que me tocaron un par de muestras de la actitud respecto a los inmigrantes: algunas veces fui tratada con frialdad y descortesía, para luego ver una transformación en cuanto se enteraban que era yo maestra en un colegio del gobierno americano. Y, si voy más allá, el trabajar con niños inmigrantes o de ascendencia hispana, me llevó a conocer muchas de las vivencias y tragedias de las familias a las que tuve el honor de conocer: desde sus anécdotas cruzando el río o escalando el muro, hasta saber que trabajan tres turnos, pagan impuestos y, aún así, tienen dificultades para conseguir tratamientos médicos o, inclusive, el respeto a su lengua
materna.
Ahora bien, que no se me malentienda, que México tampoco es un lugar del que una se pueda enorgullecer cuando hablamos del trato a inmigrantes: también aquí los que vienen de centro y sudamérica se las tienen que ver con autoridades corruptas y gente codiciosa y aprovechada.

Y tratándose de mi país más pena me da, porque deberíamos ser más sensibles en este aspecto, tan siquiera por la cantidad de compatriotas que se van y que, lo reconozcamos o no, sostienen al país con el dinero que están enviándoles a sus familias.

Desde aquí un reconocimiento al trabajo del Grupo Petra, por su buen hacer y por recuperar los espacios públicos para mostrar temas como éste, y muchos otros que deberían ser observados por quien tiene la forma y la obligación de cambiar el estado de cosas en nuestro país: nosotros, los ciudadanos de a pie, desde nuestro espacio y con nuestras herramientas.

Un apapacho para Ernestto y un beso para todos.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Una de Oaxaca: Nisagié, agua que llora la piedra

Oaxaca (Oajaca o, por entonación Goajaca) es uno de esos estados mexicanos que presentan paradojas: es uno de los estados más ricos tanto por su diversidad cultural, como por sus recursos naturales. Sin embargo, es una de las regiones más pobres del país y uno de los tres Estados desde donde salen más migrantes hacia los Estados Unidos. Hace dos años, en mi antiguo blog, escribí una entrada llamada "Oaxaca somos todos" donde, además de información sobre este Estado mexicano, expresaba mi opinión sobre el conflicto magisterial que en ese momento se estaba llevando a cabo y que, lamentablemente, costó la vida de periodistas, maestros y población civil. En esa ocasión recibí muchos comentarios de adhesión, pero algunos otros airados. Y es natural, porque el México que cada uno describe, tiene que ver con la forma en la que vive: el que tiene, el que no tiene; el que quiere cambiar (tenga o no tenga) y el que prefiere que las cosas sigan igual y no "se hagan olas" (tenga o no tenga). Las cosas en Oaxaca (y, me temo, en todo el mundo), no han cambiado mucho salvo por el hecho de que, aparentemente, las cosas han vuelto a la calma.

Así que, para complementar aquella otra entrada del 2006, sin ánimo de olvidar las injusticias y desigualdades, hoy quiero comentarles sobre tres cosas que me apasionan del Estado de Oaxaca (además de su mezcal y el chocolate): su música, su gente y sus poetas, antes de pasar a la leyenda de hoy.
Será que, por su lirismo y lo mucho que han tenido que sufrir, el Himno del Estado (no oficial), se llama: "Dios Nunca muere"


En Oaxaca, conviven 16 grupos etnolingüísticos diferentes (lo que hace que el estado sea el que tiene mayor número de grupos indígenas): los amuzgos, chatino, chinanteco, chocho, chontal, cuicateco, huave, ixcateco, mazateco, mixe, mixteco, náhuatl, triqui, zapoteco, zoque y el popoloca en peligro de extinción. En una región de casi dos millones de habitantes, el 60% pertenecen a algún grupo étnico. Cada uno de estos grupos mantiene sus lengua, usos y costumbres (incluída su forma de gobierno), con excepción del idioma cuicateco el cual, desafortunadamente, está extinto debido tanto por razones de migración, como por el escaso número de personas integrantes de dicho grupo. En la red se puede encontrar información extensa sobre cada uno de estos pueblo yo hoy quiero comentarles algo que a mí me llama mucho la atención sobre estos grupos, y es la forma en la que se autodenominan:
Amuzgos: El pueblo Amuzgo vive entre los estados de Oaxaca y Guerrero. Amuzgo en su lengua, significa "lugar donde hay librerías o bibliotecas".
Chatino: se nombran a sí mismos en su lengua "Cha’tnio", que significa "trabajo de las palabras" y que se puede interpretar como los que hablan palabras elaboradas. Pueblo de orígenes remotos, hasta ahora se han encontrado vestigios en la costa que datan del año 400 a.C., aunque las estelas encontradas en Nopala datan de 600 a 800 d.C.
Chinantecos: Los Chinantecos en su lengua se llaman a sí mismos "Tsa ju jmí", que significa "gente de palabra antigua ", entendiéndose por ello que son herederos de un conocimiento milenario depositado en su lenguaje.
Chochos: se nombran a sí mismos en su lengua "Runixa ngiigua", que se puede traducir como " los que hablan el idioma ".
Chontales: Este pueblo antiguo, que de acuerdo a su tradición oral son originarios del sur, se llama a sí mismo "Slijuala xanuc’", que probablemente signifique "habitante de las montañas".
Cuicatecos: "En lengua Náhuatl (náguatl) "cuica" significa canto y seguramente que en el momento de esplendor este pueblo se debió significar por su capacidad para el canto. En el México Antiguo el canto era una de las artes más socorridas y en el lenguaje metafórico, canto significa sabiduría. Es decir, que en el canto se transmitían los conocimientos, toda vez que las culturas originarias eran fundamentalmente "audiovisuales", pues los códices no eran libros en el sentido occidental, más bien eran recursos nemotécnicos, para acordarse de las historias que se aprendían con "flor y canto".
Huaves: "El término de huave fue impuesto por los zapotecas para referirse a la "gente que se pudre en la humedad", pero ellos se nombran a sí mismos en su lengua, "Mero ikooc" que significa literalmente "verdaderos nosotros", que tiene que ver con el concepto milenario y universal del "ser hombres verdaderos o los que tienen la palabra", forma elemental de diferenciarse un pueblo frente a "los otros" pueblos"
Ixcatecos: Este es uno de los pueblos indígenas de Oaxaca que está perdiendo presencia (351 habitantes, en todo el país y, 207, viven en Oaxaca). Siendo uno de los factores la pobreza, la que los ha obligado a emigrar, perdiendo los elementos culturales de los pueblos indígenas. Ixcateco significa, habitante de Ixcatlán, "lugar de algodón", gentilicio que les dieron los hantihuos nahuas.
Mazatecos: Los mazatecos en su lengua se llaman a sí mismos "Ha shuta enima", que se traduce como " los que trabajamos el monte, humildes, gente de costumbre ", pero también se dice que mazateco viene de la lengua Náhuatl y que quiere decir "gente del venado".
Mixes(Mijes): "Ayuukjä’äy", es la forma en la que se denominan en su lengua y se traduce como "gente del idioma florido", pero que en un sentido más profundo indica que es un pueblo con un lenguaje más desarrollado y culto.
Mixtecos: Los mixtecos se llaman a sí mismos en su lengua "Nuu Saavi", que significa "pueblo de lluvia"; el nombre de mixteco deviene de la lengua náhuatl, Mixtlán (lugar de nubes ).
Nahuas: En el mosaico pluricultural y plurilingûístico de Oaxaca está presente el grupo indígena más numeroso de México. Los nahuas son probablemente los herederos más antiguos de la Toltecayotl, la sabiduría indígena que impulsó el desarrollo humano durante aproximadamente siete mil quinientos años, desde la invención de la agricultura en el sexto milenio antes de Cristo hasta la llegada de los europeos en 1519 d.C. Este pueblo extendió sus horizontes en lo que hoy se conoce como Mesoamerica. Náhua (o Náhuatl) proviene de dos palabras delidioma del mismo nombre: nāhua-tl, "sonido claro o agradable" y tlahtōl-li, "lengua o lenguaje" Los nahuas eran nombrados diferente según la región donde habitaban: en México se llamaron Aztecas, en Guatemala Cachiqueles, en El Salvador Pipiles, en Nicaragua Niquiranos o Chorotegas y en Costa Rica Guatusos.

Popolocas: Bautizados por los mexicas como popolocas, que según se traduce del náhuatl como "tartamudos", siempre han sido considerados un pueblo con una cultura poco desarrollada. Este , también, es uno de los grupos con menor número de integrantes.
Triquis: Se llaman a sí mismos " Tinujei ", que significa "hermano mío". La mitología de este pueblo antiguo, habla que ellos surgieron de las profundidades de la tierra, pues en la zona de Chicahuaxtla existen profundas cavernas que no se les ha encontrado el fondo, por ello se nombran también "Kuinirikis ", que significa "gente que vino de abajo".
Zapotecas: "El pueblo zapoteca es el más numeroso en Oaxaca. .En general, los Zapotecos de los Valles se nombran a sí mismos "Ben’zaa", que significa "gente de las nubes". Los zapotecos de la Sierra se nombran "Bene xon" y los Zapotecos del Istmo, "Binnizá" que quiere decir "gente que proviene de las nubes". Existe también la posibilidad de que en el periodo azteca, este pueblo conquistador le haya puesto por nombre a los "Zaa", que siempre se han caracterizado por su inteligencia y facilidad por las transacciones comerciales, Zaapochtecas, ya que en Náhuatl pochteca significa comerciante."
Zoques: En su lengua tzoque, soque o zoc, significa "palabra auténtica de hombre".

(Fuente: ETNIAS EN OAXACA)


No es de extrañar que, entre tantas "palabras", "cantos", "nubes" y algodones", la sensibilidad Oaxaqueña se encuentre desbordada y se manifieste en diversas expresiones artísticas, desde la música y la danza, hasta las artesanías y las letras. Una de estas expresiones y que, junto con el barro negro, Monte Albán Y Mitla, le han dado fama mundial, es una fiesta llamada Guelaguetza.

LA GUELAGUETZA

Guelaguetza, en zapoteco, significa el acto de participar cooperando; un don gratuito que no lleva más obligación que la de la reciprocidad. La Guelaguetza, o "Fiestas de los Lunes del cerro" son celebradas, en la Ciudad de Oaxaca, los dos lunes siguientes al 16 de julio, en honor a la Virgen del Carmen, y en ella participa todo el pueblo, sin distinción de clases sociales. Esta, como muchas otras fiestas mexicanas, fueron iniciadas por los españoles durante la Colonia, pero pronto se integraron, promovidos por los evangelizadores, con entusiasmo los grupos indígenas.

La Guelaguetza es una ofrenda a la Ciudad de Oaxaca, que hacen grupos representativos de las siete regiones tradicionales: Los Valles Centrales; La Sierra Juárez; La Cañada; Tuxtepec; La Mixteca; La Costa y el Istmo de Tehuantepec.

La fiesta se compone de tres partes: el Convite que es una procesión vespertina en la que se van regalando cosas; la Calenda es una procesión nocturna en la que hay bebida, y la quema del torito y otros juegos pirotécnicos; y la Guelaguetza que es cuando se presentan danzas. (Fuente y más información y fotos, en OAXACA MIO).
Aquí les dejo una "probadita", de las danzas que se presentan en La Guelaguetza:


TIERRA DE PINTORES, POETAS, MÚSICOS Y CURANDEROS
Quizá el oaxaqueño más famoso sea el llamado "Benemérito de las Américas", Don Benito Juárez (uno de los pocos presidentes valientes y honestos, en la historia de México). Pero Oaxaca ha dado otros hijos notables, como: José Vasconcelos (filósofo); Macedonio Alcalá (compositor de "Dios nunca Muere"); Rufino Tamayo (pintor); Ricardo, Enrique y Jesús Flores Magón (periodistas y políticos); Álvaro Carrillo (compositor de muchas canciones, entre ellas "Sabor a mí"); Francisco Toledo (artísta plástico) y la curandera María Sabina (aquella que curaba con peyote y que fue visitada por gente famosa, como los Beatles, Bob Marley, los Rolling Stones, Aldous Huxley y Walt Disney, entre otros).

Andrés Hernestrosa es otro hijo muy querido de Oaxaca, además de un personaje muy peculiar: Don Andrés vivió 101 años (falleció
el 10 de enero de 2008). Fue compositor, poeta, narrador, ensayista, orador, escritor, político, catedrático de la UNAM, e historiador y perteneció a la Academia de la Lengua Mexicana . Y es peculiar porque, además de su talento, aprendió a hablar español hasta los 15 años de edad, cuando entra a la Escuela Normal de Maestros. Una de sus grandes contribuciones fue la fonetización del idioma zapoteco y su transcripción al alfabeto latino.

En una semblanza, dice de sí mismo: "Fue mozo de cuerda, empleado de mostrador, escribiente de juzgado, secretario de enamorados, de enamoradas, quizá fue mejor decirlo. Y a sus horas correveidile, tercerón, por no decir alcahuete; o corre chepe, como en el precario español que habló cuando niño se le dice. A los doce años administró una casa de asignación. Cantor y tocador de guitarra en los fandangos; bravo improvisador cuando se agotaban las coplas que aprendió con sólo oírlas una vez..."

Y es precisamente esta última cualidad, la de improvisar y la de recordar, la que lo hacen entrañable: escribió muchas leyendas oaxaqueñas, que le fueron transmitidas oralmente, por sus padres, en un precioso libro llamado "Los hombres que dispersó la Danza". De este libro es de donde proviene la leyenda de hoy.


NISAGIÉ: AGUA QUE LLORA LA PIEDRA

En otro tiempo los hombres no tenían, como hoy tienen, muchas ciudades para nacer, sino sólo dos: la ciudad del cielo y la ciudad de la tierra. Tampoco tenían muchos reyes, sino sólo dos: el rey del cielo y el rey de la tierra.

Los dos reyes de aquel tiempo eran amigos, porque el rey del cielo ignoraba el derecho de conquista. Era poderoso: le obedecían sin protestar el sol, la luna y las estrellas. Y si lo hubiera querido, la tierra sería esclava suya. Pero él
ocupaba sus vigilias en ordenar su reino, ya por medio de sus numerosos súbditos, ya trabajando el mismo. Tenia un hijo y el rey de la tierra una hija. No puede decirse como era el príncipe; pero la princesa, dicen los que la conocieron, que era tan bonita que anulaba la razón de ser de las flores. Los dos crecían sin saber que un día, por ellos, sus padres iban a reñir.

Fue mujer grande la princesa, y hombre completo el príncipe. El rey del cielo quiso casar a su hijo. Y no pensó en ninguna de sus súbditas, sino en la doncella de la tierra. Y como siempre fue ley que el padre pida esposa para los hijos, el rey del cielo, sin consultar la voluntad del príncipe, mando a llamar a las biniguenda a su servicio para que bajaran a la tierra a pedir la mano de la princesa. Aprendidas las palabras del rey, las hadas salieron por la puerta iluminada de una estrella y nadie las vio más. Tenían, por ligeras, pies de adolescentes: todas las mañanas la luz que bajaba del cielo tardaba en alcanzarlas; todas las tardes encontraban más pronto la sombra que subía de la tierra.
Una mañana llegaron junto con la luz, a la única ciudad que había sobre la tierra. Gentes sabias como eran las biniguenda, no preguntaron donde estaba el palacio. Sin tocar la puerta, porque además de ligeras y sabias eran prodigiosas, llegaron hasta donde estaba el rey. Ante él, una de las embajadoras, la de mayor edad, expresó la voluntad de su rey. El rey de la tierra mandó llamar a su hija. Muda, con la cabeza caída, la princesa oyó el deseo del soberano del cielo, que amaba, hasta hablar sola, a un criado de palacio, y que no se casaría con otro que no fuera él. El padre la quería, la cuidaba como a sus ojos. Así fue que no le dijo nada. Cuando se hubo ido de su presencia, el padre dijo a las embajadoras del cielo que el daría a conocer a su rey la voluntad de su hija. Y las doncellas celestes desaparecieron silenciosas.

El rey de la tierra tenía también biniguendas misteriosas, ligeras, prodigiosas. Las mandó llamar. Las enteró de la voluntad de su hija, y las hadas subieron al cielo con la respuesta. Al llegar al cielo, una de ellas, siempre la mayor, dijo el mensaje que llevaban.

En el alma del rey del cielo hubo un estallido de impulsos. Se dio repentina cuenta de su fuerza, y quiso en un primer ímpetu suprimirnos el sol, la luna, y llevar mucho más alto los luceros. Pero el no quería castigarnos, sino realizar sus propósitos. Después de pensarlo mucho, descubrió que el único medio de realizar aquel matrimonio era desterrar al plebeyo del pueblo. Y no se supo por que camino, ni la sombra de que día, lo sacaron de la ciudad para llevarlo a Danibacuza (cerro que bosteza). Bostezaba el cerro, y por la boca lo arrojaron.

En una casa de la ciudad la madre, en el palacio la novia, lloraron largamente la desaparición del plebeyo. La madre lavó con llanto, hasta hacerla limpia, su pena. La novia, después de mucho llorar, desconsolada, dio la espalda al palacio y al río, y corrió por los montes buscándolo.
El rey del cielo veía todo lo que ocurría en la tierra. La huída de la princesa lo enfureció, y se propuso entonces sí, castigarnos. Suprimió la lluvia, mantuvo el sol en medio del cielo y afiló sus rayos. Por eso es que son tan calientes los días que preceden a la lluvia.

En los brazos de la tierra se quedaron dormidos los caminos; ni ellos vieron pasar a la fugitiva. La luna dos veces se hizo plena y desapareció también dos veces. Y a la ciudad no llegaba ninguna noticia acerca de ella. Enajenada la princesa, varias veces recorrió los mismos caminos. Hasta que un día, a la hora en que mas trémula era la luz, adivinó que en Danibacuza estaba su amado. Y caminó apresuradamente, sin otra meta que el cerro. Llegó bañada en sudor, una llama de alegría saliéndole de los ojos. Pero dos centinelas armados con espadas de relámpagos, le prohibieron la entrada. El dolor como una enorme piedra, cayo sobre su corazón y desbordó sus lágrimas. Y por sus ojos brotaron dos hilos de agua, llenos de nuditos. Y las cuentas de sus lagrimas, movidas por el viento, resbalaban por el cielo y se precipitaron sobre la ciudad. Cuando ya no tuvo una lágrima que llorar, se convirtió en una mujer de piedra.

Cuando la lluvia cesó, los hombres salieron a buscarla, y la encontraron; pero ninguno quiso tocarla. De vuelta, los hombres contaron que a unos pasos de la puerta de la cárcel, vigilada por centinelas armados de relámpagos, la doncella petrificada estaba de pie. Y hubo el pueblo aplausos unánimes por su aparición.

“Cierto. Es piedra, pero nos ha dado lluvia,” repetían.

Alguna vez las lluvias fueron escasas. Los hombres salieron de nuevo a buscarla, la encontraron acostada: la tierra estaba bebiéndole el llanto. La pusieron de pie y otra vez la lluvia fue numerosa y abundante, como cuando por primera vez dejo de ser dádiva del rey del cielo para ser la nieta del rey de la tierra. Y los hombres del pueblo vigilaron su posición hasta una época en que todavía puede remontar el recuerdo, hasta cuando la trajeron a la ciudad donde la conocí.
De ella tomo la lluvia su nombre: nisagié, de nisa, agua, y guié, piedra. Como quien dice: agua que llora la piedra.

PD:
Ya sé que está entrada es kilométrica (como casi todas las que acostumbro), pero estoy aprovechando, antes de que el blogger me salga con otra mala pasada. Les dejó una cancioncita, en zapoteco y español, que los niños aprenden en México, para los festivales del Día de la Madre o algún aniversario patrio (el 20 fue Día de la Revolución Mexicana).



Feliz fin de semana a todos.

martes, 18 de noviembre de 2008

3er Encuentro Nacional de Artistas Jóvenes Independientes

Una disculpa a todos, porque desde la semana pasada estoy teniendo problemas con blogger: no me deja contestar comentarios en este espacio, ni dejar ninguno de ellos en sus blogs. Por esta causa no he podido dejarles mis palabras en las entradas maravillosas de: Pedro (aprovecho la ocasión para enviarle un abrazo y mis mejores deseos para que pueda seguir disfrutando a su familia, sin sobresaltos); Miriam, Selma, Driada, Esme Rafa, Marcelo, Fritus, José Luis, y tantos otros.
Yo no sé si han tenido todos problemas con blogger (la semana pasada desapareció mi barra lateral, como a Driada, y reapareció poco después). Ahora, por ejemplo, no me aparece la opción para cambiar la fuente de las letras, pero bueno, tendré que buscar el embrujo para que no me vuelva a suceder.
Tampoco pude leerles mucho, porque estaba tratando de poner en orden ciertos inconvenientes, con cosas del corazón. Este blog no pretende convertirse en una novela estilo televisa pero, no cabe duda, que en asuntos del amor y del deseo, hasta el más listo se pone un poco ciego (el chisme completo en "Para Arturo, Manolo, Martín, Pesten... o Nadie", solo que les advierto que está la entrada algo kilométrica). Pero todo tranquilo que, como soy Incombustible, he decidido transformar el corazón de cristal, en un rompecabezas...así me ahorro litros de pegamento y tiempo para recomponerlo jejeje.

Bueno, ahora sí a lo que vine:
Ya yo les había hablado de cierta revista, cuyo objetivo es difundir diferentes actividades culturales, a la mayor cantidad de personas. Pues bien, mi amigo Ernestto Contreras me ha hecho la amable invitación para acudir al 3er Encuentro Nacional de Artistas Jóvenes e Independientes, que va a celebrarse los días 20, 21 y 22 de noviembre, en el Foro Cultural Calpulli Marina (cerca de la estación Popotla del Metro). Ernestto pertenece al Colectivo Petra (un grupo de jóvenes muy talentosos y con varios videos de su trabajo en youtube) quienes presentarán un audiovisual titulado "El Muro", el día jueves a las 8:30 pm.
Mi amigo, además de ser una excelente persona y un gran fotógrafo, también tiene su vena poética (favor de leer "Extasis II"
y dejarle un comentario, si les apetece), y me ha hecho el favor de, generosamente, prestarme unos textos suyos para complementar la entrada de hoy. Ya iré colgando los demás, por lo pronto les dejo uno, junto con el programa del Encuentro (pinchando en las imágenes se pueden ver con más claridad) agradeciendo, como siempre, los comentarios que puedan hacerle.
Si necesitan más información, les dejo estos enlaces (en donde pueden ver el trabajo de PETRA, así como enterarse de qué va el Encuentro, cuya entrada es libre, o sea gratis jejeje):
PETRA-COLECTIVO
3ER. ENCUENTRO
CUATRO PUNTOS

TIEMPOS POLÍTICOS

¿Te enteraste como vislumbraba mi muerte?

Cuando nacía en paredes espinudas?,

Sí, las mañanas eran pálidas de colorido.

El aire ya estaba contaminado

Por sebos de traición,

Era muy pesado

Tanto cómo las nubes de lagrimas.

Las flores volaban

Por depresiones fúnebres.

El tiempo era un campamento

De inconciencia y desesperación.

La muerte en todos los ojos

Era la vida misma.

Los perros en la noche

Gruñían por una caricia insensible,

Que también se les daba como embestida.

Y Los pájaros…

Los pájaros eran el crujir

Del pasto seco como la hojalata,

Tras las pisadas

De un hombre muerto,

Sin dignidad, sin corazón

Pero con seda sus corbatas.

Tu sonrisa era la piel

Transfigurada del mar aún temible.

Las manos eran insectos

Con espinas en la piel

Y traición en sus alas.

¿Recuerdas que me vi morir

En el reflejo de mi emporio?

Sí, había miles de esos insectos

Por todo el piso.

Escaparate de hambre y huesos

Era la vida,

Pero enumerada con la piel

De una esperanza perdida,

Donde la luz

Se me daba racionada,

Para tropezarme

Con la silueta de mi voz

Y el bolígrafo de mi hambre.

Pero sabes…

El cielo me mira

Y aún puedo respirar tu piel.

viernes, 14 de noviembre de 2008

La tierra de los pies ligeros: leyendas rarámuris

"Cuando una lengua muere. la humanidad se empobrece; cuando una lengua se empobrece pierde fuerza" Miguel León Portilla

La Sierra Madre Occidental recorre todo el oeste mexicano, así como el extremo suroccidental de Estados Unidos (en Arizona). En México, abarca una parte de Sonora y los estados de Chihuahua, Sinaloa, Durango, Zacatecas, Nayarit y Jalisco, cubriendo una superficie de 289, 000 km cuadrados, llegando a alcanzar una altura de hasta 3000 metros sobre el nivel del mar, en su punto más alto. Esta cadena montañosa es llamada el pulmón de occidente, debido a la riqueza de sus bosques tanto por la diversidad en su fauna y flora, como en los yacimientos mineros que ahí se encuentra. El clima es extremoso, llegando a registrarse heladas e, inclusive, nieve.

En esta región , concretamente en el noroeste de Chihuahua, se ubica la Sierra Tarahumara que debe su nombre sus habitantes: los Rarámuris. Entre la diversidad cultural de México, este grupo es el que, durante más de 400 años, ha defendido sus raíces, idioma, forma de gobierno y costumbres, con mayor éxito que los demás grupos indígenas del país. Sin embargo la codicia de los grandes taladores y de los dueños de las minas, así como la insensibilidad de la sociedad, amenazan la supervivencia de los Rarámuris: una sequía de más de diez años, el envenenamiento de aguas, por el arsénico de las minas y una absoluta falta de respeto e ignorancia sobre sus costumbres y formas de gobierno, los han colocado en la miseria extrema. Las estadísticas hablan de una población de no más de 60 mil rarámuris, viviendo en malas condiciones y padeciendo enfermedades que ya han sido erradicadas en otros lugares: tuberculosis, disentería y, desde luego, desnutrición.
Ellos, siguen firmes, decididos a sobrevivir en la Sierra, como lo han hecho siempre. Y ese instinto de supervivencia, aunado a una cosmogonía muy particular, es lo que les ha convertido en leyenda.


Hablar de los rarámuris, es hablar de gente que cree en el trabajo colectivo y familiar, pero no en el asalariado. Gente que oro a través de la danza y no con las palabras. Es hablar del teswino (bebida fermentada de maíz) y del peyote para uso místico o festivo, es hablar de cortesía y ayuda mutua...del kórima del que les hablé en la entrada anterior:
"Es la obligación de compartir y de ayudarse mutuamente lo que hace de Kórima una institución de cohesión social sólida en el centro de los valores rarámuri. Tiene las siguientes funciones:

· Asegura que ninguna persona o familia pase hambre.
· Da lugar a la redistribución de la riqueza.
· Aumenta la relación y la comunicación. Reafirma los lazos entre las personas y las familias de pueblo, establece corresponsabilidad y conciencia dependiente, de ayuda mutua para la subsistencia y reproducción del grupo.

De manera muy general puede explicarse como la forma que consiste en pedir alimentos como maíz, frijol o pinole; es la obligación de apoyar al que no tiene en tiempos de crisis; en tiempos de escasez esto se acentúa, como norma enérgica de compartir." (Fuente KÓRIMA)



Los rarámuris, además, son grandes corredores. Han asombrado al mundo por correr y ganar maratones, calzando tan solo unos huaraches (guaraches=sandalias). Aunque cada vez participan menos por motivos que se escapan a la comprensión: las barreras, esas malditas barreras fronterizas; la exigencia de que utilicen calzado deportivo (tenis, les llamamos aquí) que les provocan ampollas y les impiden correr. Pero el olvido y la falta de patrocinios es lo que está impidiendo que estos atletas si nos llenen de orgullo en competencias internacionales (y ya se pueden esconder los del comité olímpico mexicano, que solo gasta dinero y nos hace pasar unos ridículos espantosos).
Los rarámuris corren, se divierten haciendo carreras de bola (con pelotas de madera, los hombres) o de aro (las mujeres). Son supervivientes que han tenido que pelear mucho para conservarse, para convivir con la gentileza que les caracteriza, en un mundo de "chabochis" (como llaman a los que no son de raza indígena: blancos y mestizos) empeñados en hacerles hablar "castilla" únicamente, explotando sus bosques y sus minas y, por si fuera poco, ahora quitándoles sus tierras de cultivo para utilizarla en sembradíos de droga .

Y una de las leyendas rarámuris, refleja esta relación entre ellos y los chabochis:

"LA CREACIÓN DE RARÁMURIS Y CHABOCHIS"
2

"Un día Dios y su hermano mayor, el Diablo, estaban sentados juntos y decidieron ver quiénes podían crear seres humanos. Dios tomó barro puro mientras que le Diablo mezcló su barro con cenizas blancas y empezaron a formas algunas figurillas. Cuando los muñecos estuvieron listos, los quemaron para que endurecieran. La figura de Dios eran más oscuras que las del Diablo. Eran los rarámuri mientras que los del Diablo eran chabochis.

Entonces decidieron ver quién podía dar vida a las figuras. Dios sopló su aliento en sus muñecos e inmediatamente tuvieron vida, pero el Diablo a pesar de soplar no tuvo éxito. Se volvió hacia Dios y le preguntó: "¿Cómo hiciste eso?", de manera que Dios le enseñó cómo darle almas a sus creaciones.

Una vez que los rarámuri y chabochis estuvieron vivos, Dios y el Diablo organizaron una carrera a pie entre ellos. Ambos lados colocaron sus apuestas, que incluían dinero al igual que mercancías, y las acumularon en la línea de partida que también marcaba la meta. La distancia de la carrera se estableció -una corta distancia de aproximadamente diez kilómetros- y los dos equipos de corredores partieron. A pesar que la carrera estuvo peleada los chabochis llegaron antes al lugar de las apuestas, de manera que tomaron las ganancias y se fueron. Dios estaba bastante enojado con los rarámuri porque perdieron, de ahí en adelante les dijo, serían pobres mientras que los chabochis ricos y, mientras los chabochis podían pagar a sus trabajadores con dinero, los rarámuri tendrían solamente tesgüino para darles a la gente que los ayudara ." (Fuente: "Kórima")

Esta es la verdadera riqueza de México...no lo que se pueda encontrar en aguas , profundas o no:


Enlaces sobre rarámuris:
Mitos y realidades sobre los atletas rarámuris (en inglés)
Korima
Dos videos en inglés, con imágenes de la carrera de bolas y la de aros, así como mayor información:
Tarahumaras 1
Tarahumaras 2

lunes, 10 de noviembre de 2008

HOY DICE EL PERIÓDICO...

"Kórima"es el valor más alto dentro de la filosofía rarámuri (mejor conocida como tarahumara): es el que establece la cohesión social. Kórima significa "compartir", es un lazo de reciprocidad que le da sentido de pertenencia a los individuos, en un grupo. Pero los rarámuris, además, tienen el valor de la "cortesía" para con todas las personas que les visitan: siempre estrechan la mano de los presentes en, por ejemplo, una fiesta, les conozcan o no, y no importando el número de personas de las que se trate.

Eso es lo que hace Rafa, muy lejos de la Sierra Tarahumara pero cerca de nuestros corazones, en su blog: cada vez que nos cuenta que va a ver amanecer, cuando habla de Bego y de Laura; cuando nos cuenta las hazañas futbolísticas, no sólo de su equipo consentido, sino del de algunos otros amigos blogueros; cuando se indigna o cuando nos cuenta algún recuerdo. Pero, especialmente, todos los miércoles al ir desmenuzando a cada uno de nosotros, regalarnos canciones, dedicarnos tiempo y hacer que nos conozcamos. Yo no sé si los demás pensarán igual, pero pareciera que adivinara el momento justo en el que necesitamos esa caricia, esa música y sus palabras.

Pero no, no se trata de un sexto sentido. Lo que sucede con Rafa, en mi opinión, es que nos pone atención y, siendo de cristal su corazón, nos envuelve en distintos colores que, quizá, ni nosotros mismos nos percatamos que teníamos...así, al alcance de la mano. Y luego, además de arrancarnos una sonrisa, bañada en una que otra lagrimita, nos deja un cascabel en el alma y muchas ganas de ir corriendo a conocer a todas esas maravillosas personas de las que nos habla cada miércoles.

Y así, con ese kórima especial, ha logrado conformar una comunidad, donde todos compartimos sueños, ideas, opiniones de diversas personas. Un grupo que va estrechándose las manos, abrazándose en la distancia, gracias a la maravillosa red que Rafa entreteje con sus palabras. Gracias a Rafa ( y a Bego y Laura por compartirlo con todos nosotros), podemos decir con Mexicanto: "Me basta el sol, si en tu mirada se refleja y viene a mí...me basta el silencio, cuando es tuyo y significa comprensión".


PD:
Gracias, también, a quien se le ocurrió esta idea . Apapachos a todos

viernes, 7 de noviembre de 2008

Leyenda campechana: El velo en la playa (Segunda parte)

"Dientes de flores, cofia de rocío, manos de hierbas, tú, nodriza fina, tenme puestas las sábanas terrosas y el edredón de musgos escardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame. Pónme una lámpara a la cabecera, una constelación, la que te guste, todas son buenas; bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes, te acuna un pie celeste desde arriba y un pájaro te traza unos compases para que te olvides. Gracias... Ah, un encargo, si él llama nuevamente por teléfono le dices que no insista, que he salido..."
Alfonsina Storni

Seguramente se preguntarán qué hace, en una leyenda mexicana, la foto del Monumento a Alfonsina. Y sí, ya sé que hay mucho de mito en cuanto a las causas que determinaron el suicidio de esta gran escritora argentina. Pero es que , cuando leí el texto de Don Justo Sierra, no pude evitar recordarla.

Así que, con un guiño a los amigos argentinos y españoles que me hacen favor de visitar este espacio (después de todo, ella conoció al mexicano Amado Nervo y a Federico García Lorca, español grande, entre los grandes), desde La Perla del Balcón junto al mar hasta La Perla, en Mar del Plata, como pequeño homenaje, esta leyenda en la versión de Don Justo Sierra.

MARINA
(Justo Sierra Méndez)
A Emilio Gutiérrez Estrada

Dejad un momento, ¡oh! mis lectoras mexicanas, vuestro primoroso valle, vuestras pintadas montañas, vuestro cielo color de lapislázuli y esas lagunas, grandes gotas de agua que el mar al retirarse de las alturas dejó como un recuerdo en la Mesa Central, y veníos en mi compañía: mientras miráis el mar yo os contaré una historieta.

En la costa sudoccidental del estado de Campeche, a corta distancia de la capital, existe un pueblecillo todo lleno de aromas, de pájaros y de flores. En él recogí esta leyenda; me la contaron en la hora del flujo vespertino, al misterioso rumor de la marea y en el intervalo que hay entre la puesta del sol, uniendo en un solo incendio el espacio y la bahía, y la aparición tranquila de la estrella del mar.

Los días estivales son, en mi país natal, ardientes y luminosos por extremo. No bien aparece el sol tras las cercanas colinas, cuando ya es grata la sombra del roble marino y el vaivén refrescador de las hamacas. Excuso deciros cuán dulce es la respiración de las olas, qué perfumado y tibio el viento, qué risueñas las flores; modelos puestos allí por la mano divina que el hombre no acertará a copiar jamás.

Entre aquella armonía, inmergidas en ese ambiente, rodeadas de una vegetación tan brillante, tan verde, que parece tallada en esmeraldas, se miran algunas casitas semejantes a grandes nidos de gaviotas. Algunas de ellas alargan coquetas un pequeño muelle en la ensenada, como queriendo mojar en ella la punta del ala. En derredor de estas graciosas habitaciones, sombreadas por grupos de cocoteros, desborda por las albarradas en elegantes espirales el San Diego, entre cuyas volutas caprichosas cuelgan los racimos de flores de coral pálido. Al abrigo del muelle crecen las rosas a veces, y los grandes lirios morados y los jazmines, todo con una exuberancia lasciva, con una fuerza de vida que embriaga. Aquí y allá, sobre rocas, en las raquetas del nopal endereza su estuche de espinas la tuna roja. Pasan por encima de ese albergue de delicias las brisas marinas; las algas dibujan con su negruzca y movible curva la ondulación de la playa, y las olas charlan sin cesar plegando y desplegando su sábana líquida ribeteada de encaje.

Allí la vida es dichosa. Figuraos todo ese color, toda esa luz, todo ese aroma encarnados en una muchacha de dieciséis años... Marina, hija de aquella playa, había visto a su padre enriquecerse con su trabajo. ¡Cuántas veces las lanchas del viejo pescador la habían columpiado, y como si sintieran alegres el peso del cuerpo de la niña, como el corcel que siente una caricia, habían partido por la bahía tendiendo sus alas de lino, llevando ella el timón y los bogas inmóviles sobre las cañas de sus remos!

Era la playera esbelta como la palma del coco; su cabello se confundía con las cuentas de azabache de su gargantilla; en sus ojos parecía espejear la ola de zafiro de los mares primaverales y parecía su boca una de esas conchas perleras cuyos bordes húmedos y rojos entreabre el buzo para vislumbrar su tesoro. Su tez dorada por el terral era más suave que la seda de su pañoleta, bajo la cual se dibujaban dos pequeños nidos de chuparrosa.

¿Por qué era melancólica aquella hija de la costa? Así son todas, así es el mar. Y luego sorprende siempre y siempre hace soñar. Verlo es casi ver el cielo; pero un cielo tangible que se puede acariciar. Marina era la más melancólica, la más soñadora muchacha de aquellas playas: era triste.

Aquí empieza el poema, un poema de amor: nada. Unas cuantas estrofas; nada, las mismas de siempre; el eterno tema de la retórica, la eterna verdad de la juventud; nada. Dejadme bordarlo, ya que no con rimas, con dulces y lánguidos circunloquios, con frases cargadas con el viejo e inmortal polvo de oro de la poesía.

Largo rato hace que contempla el horizonte del mar. Surge de improviso, viniendo del rumbo del puerto una mancha blanca; blanca como una garza, así vuela; en su vela, en su ala blanca se refleja el sol naciente. Era una barquilla; venía presurosa empujada por el aliento de la mañana; crecía como una fantasmagoría óptica. Saltó a tierra un mancebo, el gentil, el rubio que había visto Marina en las fiestas de San Román —donde se venera el Cristo Negro que cuida de los marineros—, el hijo del antiguo capitán de su padre; iba a casarse con ella: él lo decía. Entró en la casa de su amada; se sentaron en el borde de un arriate que era como búcaro de jazmines blancos... Esos jazmines, y las rosas, y los lirios, todos esos cómplices eternos de los pecados del trópico, supieron lo demás. Una hora después el rumor apasionado de un beso se confundía con el rumor de las olas. Marina volvió sola a su casa, sola.

Pasó el tiempo; Marina esperaba; nadie venía, nada más que sus lágrimas. La triste está enamorada, decían sus vecinas; unas lo sabían todo; las más lo adivinaban: las mujeres no se equivocan nunca cuando de esta enfermedad se trata. Por eso Ramón, el piloto de la Rafaela, buen marino y mejor muchacho, prescindió de pedir la mano de la playerita. Mucho la amaba; todo es grande en torno del océano.

Marina cantaba estos versos compuestos por un poeta de aquellos rumbos de la costa:

Soy marina, la flor de la playa,
son mis labios de miel y coral.
Pescadores,
tended blancas guirnaldas de flores
donde pase el cortejo nupcial.

Soy la concha de nácar; la brisa
me columpia con manso vaivén.
Marinero,
marinero del alma, te espero;
no me dejes llorar: ¡oh, ven, ven!...

"Ven, ven", repetía balbuceando la ola, como el pájaro a quien se enseña un canto. Marina, a su vez, repetía sorprendida el ritomelo y se alejaba cantando:

Marinero del alma, ven... ven...

"Ven", sollozaba el mar a lo lejos...
Huyeron los días, los meses. La playera tenía el color apenado de la "flor de cera". El viejo padre de Marina miraba a hurtadillas los ojos extraviados de su hija y meneaba la cabeza... Recordaba la historia de ésta y de aquélla... y de la hija de su compadre, y temblaba repasando las novelas realistas e inescritas de su juventud...

Marina estaba en el muelle, como de costumbre. Dio un grito de repente, se incorporó; una vela blanca venía del puerto: la barca atracó al muelle... Las flores, las cómplices encantadoras de todo amor, saben lo demás... Las olas vieron la despedida, oyeron el beso en el pie desnudo de la joven, y un adiós desesperado... Ellas lo repitieron en su perpetuo sollozo... Adiós... Marina las vio con ojos enloquecidos, pero sin llorar. La barca se perdió en el horizonte y ella se acostó en la arena como si hubiera muerto. Jugaba la ola con su saya, avanzaba, a veces, hasta las puntas de sus trenzas salpicándolas de cuentas de cristal...

Así la encontró su padre. Pocas horas después la fiebre, con una lujuria infernal, quemaba entre sus brazos de fuego a la pobre Marina... Deliró; el viejo lo supo todo. Habló con el padre del seductor, su capitán antiguo.

—Todo está remediado —le contestó—: he enviado a mi hijo a Barcelona, para que no siguiera inquietando a tu hija. En muchos años no volverá.

Éste no era un remedio, bien lo sabía el padre de Marina; porque novelas así suelen ser frecuentes en la costa: esa muchacha de su tiempo, y aquélla, y la hija de... Pero ninguna era como Marina; Marina era otra cosa, Marina sentía de un modo extraño; cantaba, lloraba, soñaba, hubiera dicho, si hubiera sabido decirlo el viejo. Si, Marina era otra cosa; claro, era su hija.

El pobre hizo sus confidencias a Ramón, al piloto, al enamorado de Marina... Lloraron juntos, de ira el uno, de desesperación el otro; de dolor los dos...

Marina se salvó: ya estaba buena el día que Ramón, enjugadas las lágrimas, entró al cuarto de la muchacha que, en el vetusto sillón de cuero de su padre, estaba sentada junto a la ventana, por primera vez abierta. Y le dijo:

—Marina, lo sé todo. —Ella lo miró, no con sorpresa, sino con infinita dulzura.
—Oye —continuó el piloto—, pocos del pueblo conocen tu desgracia; emigraremos sin embargo: tu padre así lo ha resuelto; yo soy honrado y mi nombre lo es: ¿lo quieres? Serás mí esposa para todos, pero...

Y se acercó al oído de la niña y murmuró en secreto quién sabe qué frases. Ambos lloraron; de admiración, de gratitud ella; el pobre Ramón de dolor.

Poco tiempo después, la brisa salubre de la costa había completado la curación. El día de la boda, Ramón suplicó de rodillas a su novia que colocase en su cabeza el velo virginal de las desposadas. Marina se arrodilló largo tiempo delante de la imagen de la Virgen, que había heredado de su madre, y después, pálida pero serena, aceptó. Concluida la ceremonia, hubo comida y baile y grande algazara en la casa de Marina.

Caía la tarde; Marina bajó del muellecito a la playa.

El mar parecía un zafiro inmenso engastado en un relicario de oro. Fulgorosos encajes de fuego flotaban en el cielo sobre jirones de amaranto. Bandadas de nubecillas se esparcían por doquiera: pétalos de flores arrancados de aquel gigantesco ramillete por la brisa. A veces parecían discos de oro girando sobre un tapiz de púrpura; otras parecían vapor de sangre; allá a lo lejos vagaban algunas, pálidas e intangibles como los fantasmas de las baladas alemanas. Campeche, por su situación en la costa, ve ponerse el sol en el mar; ve la hora en que el sol, al recostarse en su lecho tropical, cambia con la tierra una mirada sublime que estremece a la creación.

Marina, distraída, se acercó a la playa, mientras adentro cantaban las muchachas, con un aire de danza cubana, una canción de un poeta de aquellas costas:

Baje a la playa, mi dulce niña;
perlas hermosas le buscaré,
mientras el agua durmiendo ciña
con sus cristales su blanco pie.*

Marina descalzó sus pies de las zapatillas de raso blanco, como lo hacía frecuentemente; los desnudó de la calada media y empezó a jugar con la ola que salpicaba su falda de linón un tanto recogida.

Estaba bellísima; un sentimiento impregnado de místicas aspiraciones al cielo comunicaba a su fisonomía encantadora no sé qué fulgor ideal. Parecía arropada en uno de los últimos destellos del día. Sus formas conservaban su voluptuosa morbidez; pero era esa morbidez mística que nos arrodilla ante las vírgenes de Murillo. Su mirada erró un momento por el horizonte; luego se fijó magnética, poderosa, por el rumbo del puerto.
Y vio la niña a lo lejos, muy a lo lejos, una garza blanca que se tomó luego en una barquilla, que se dirigió a ella a toda vela. Saltó a tierra un mancebo; el gentil, el rubio que por primera vez vio Marina en las fiestas del Cristo Negro de San Román, y Marina le tendió los brazos cantando:

Marinero
marinero del alma, te espero;
no me dejes llorando: ven, ven...

"Ven", repetían las olas, como el pájaro a quien se enseña un canto...
Y las muchachas terminaban en derredor de Ramón, allá dentro, la canción del poeta costeño:

La dulce niña bajó temblando,
bañó en el agua su blanco pie...**

Entonces Marina sintió sobre sus pies desnudos un ardiente y húmedo beso... Y la barca se iba, se alejaba, huía... Y el viento y las olas balbuceaban un adiós lúgubre, como el último adiós. Marina siguió a la barca; entró en el mar, se acercó, se acercó a su amante... Llegó a él, sintió en derredor de su cintura unos brazos suavísimos, aspiró un aliento caliente y aromado, entreabrió los labios y sintió en la boca el beso amargo de la ola, que cubriéndola con un movimiento apasionado, tendió sobre ella su inmenso sudario de cristal y fue a besar la playa murmurando el eco del canto de Marina. Corrió Ramón a la orilla, corrieron las muchachas; sólo hallaron el velo de la desposada flotando sobre las olas.

Todos los años hace el mar en el mismo sitio un ligero remolino y parece entonces que flota sobre él un instante el velo de Marina con su encaje de espuma. "Ven, ven", repite la ola. Esto dicen, por lo menos, las playeras enamoradas que en ese día cuidan de no acercarse mucho a la playa, sobre todo en el momento que transcurre entre la puesta del sol incendiando el firmamento y la aparición divina de la estrella de los mares.

*Esta estrofa pertenece a la poesía "Playeras" por la cual don Justo Sierra esta considerado como precursor del modernismo.
**Dos versos de la misma poesía .

Este es un regalo, que me ha dejado Selma. Lo he visto en su blog ,pero se los pongo también aquí porque la historia, la canción y la voz merecen la pena. Gracias Selma-