MUSICA

lunes, 15 de diciembre de 2008

Mito, leyenda y costumbre: Juan Diego, el pulque y las Guadalupes

En México, los símbolos (o emblemas) patrios son: la bandera, el escudo, el himno...y la Virgen de Guadalupe, por más que los que pregonamos la educación laica y quienes no practicamos (ni creemos) en religión alguna, no nos guste mucho.

Cada año, desde finales de noviembre son millones los peregrinos que acuden al Cerro del Tepeyac (lugar de las "apariciones"), desde muy lejanas regiones (incluso del extranjero), para estar presentes en la fiesta de la virgen. Esto ha hecho que este centro religioso sea el segundo más visitado en el mundo (después de la Basílica de San Pedro y antes que La Meca). Las peregrinaciones son variopintas: grupos indígenas, danzantes, congregaciones, taxistas, locatarios de mercados y hasta payasos...todos acuden a la Basílica a cantar Las Mañanitas, participar en la monumental verbena y pernoctar en el atrio y la plaza o en los numerosos albergues que el gobierno instala para acoger a los peregrinos.
Los que vivimos y trabajamos en la Ciudad , ya sabemos que , el 12 de diciembre, el ausentismo en escuelas y oficinas es mayor que en cualquier otra festividad del año y, aunque no esté permitido, se tolera porque el recibir una represalia, en esta fecha, es casi casi, pecado mortal (al igual que no felicitar a todas las Guadalupes que se conocen...aquí no hay manera de decir "lo siento, se me olvidó).
Este año, sin ir más lejos, la Basílica de Guadalupe, fue visitada por seis millones de personas quienes, además de cantarle Las Mañanitas, le dedicaron como todos los años, el Himno Guadalupano que, como sucede con las canciones del verano, sabemos todos los mexicanos a fuerza de escucharlo tanto. Un fragmento del mismo, dice:
Suplicante juntaba las manos
Era mexicana su porte y su faz.
Desde entonces para el mexicano
ser Guadalupano es algo esencial

Y es que, el fervor guadalupano no es solo religioso...hay algo más, con tintes patrióticos . Algo que ha hecho llamar a la Guadalupana: la Patrona de México, la "Virgen que forjó una patria"

EL MITO: JUAN DIEGO, LA VIRGEN Y LA PATRIA

El cerro del Tepeyac, desde antes de la llegada de los españoles, era un centro religioso fundamental para los habitantes del Valle de México (o valle de Anáhuac), porque en ese lugar se encontraba el santuario más importante de la divinidad nahua de la tierra y la fertilidad: Coatlicue (Señora de la falda de serpientes), también conocida como Teteoinan (Madre de los dioses) o Tonantzin ( 'Nuestra venerada madrecita, que en la actualidad, también es la forma de llamar a la Virgen de Guadalupe). Durante la conquista, este templo fue destruído totalmente, pero los franciscanos, conocedores de la importancia religiosa del lugar para los indígenas, erigieron una pequeña ermita para venerar ahí a la virgen María.

El Nican Mopohua (texto católico , escrito en náhuatl, en 1649), da cuenta de la historia de las cuatro
apariciones de la Virgen de Guadalupe al indio Juan Diego Cuauhtlatoatzin . De acuerdo al texto, la virgen le ordenó a Juan Diego que se presentara ante el primer obispo de México, Fray Juan de Zumárraga quien, al no creer en la palabra de Juan Diego respecto a las apariciones de la virgen, le había ordenado cortar rosas de Castilla y llevarlas ante él como prueba del milagro (pensando que en un cerro inhóspito y en pleno invierno, no podría encontrar las flores). Según la historia, la virgen le indicó el lugar donde cortarlas con lo que, una vez ante el obispo, Juan Diego desplegó su tilma o ayate (especie de toga, abierta a los lados, fabricada con fibras de maguey) donde apareció la imagen grabada de la virgen (ayate que se conserva dentro de la Basílica de Guadalupe).

"El Nican Mopohua dice que la Virgen le reveló el nombre «Guadalupe» a Bernardino cuando éste se encontraba enfermo de gravedad. Los críticos escépticos opinan que es imposible que la Virgen se haya nombrado a sí misma Guadalupe ante el anciano, ya que Juan Bernardino no entendía la lengua castellana traída por los españoles al Nuevo Mundo, por tanto el diálogo tuvo que haberse desarrollado en la lengua nativa, que era el náhuatl (lengua viva hablada por más de 2,5 millones de personas), en la que no existen las consonantes g ni d. Una explicación de este error podría ser que la aparición haya dicho que era la Virgen Tequatlasupe, y que —debido a que para los españoles era muy difícil de pronunciar ese nombre— los españoles la llamaron «Virgen de Guadalupe» (relacionándola con laVirgen de Guadalupe extremeña )", Fuente: WIKIPEDIA

A lo largo de la historia, han existido personas que ponen en duda la veracidad de las apariciones (incluyendo a los primeros franciscanos quienes veían, en la excesiva adoración a la Guadalupana, un engaño indígena con el que trataban de cubrir su veneración por la antigua Tonatzin ) Sea como fuere, el hecho de que la virgen fuera morena y se le hubiera aparecido a un humilde indígena, , inició esa relación, mezclada con orgullo patrio, de los mexicanos con la virgen. Relación que se consolidó, en mi opinión, con la lucha por la Independencia de México

En contra de los textos elementales de historia, el movimiento independentista mexicano, no fue organizado ni pensado para favorecer a la toda la población mexicana, ni siquiera el objetivo inicial era independizarse de España. Fue un movimiento por y para criollos quienes pretendían evitar el peligro de caer bajo el yugo francés, salvaguardando los intereses de Fernando VII. Recordemos que el "Grito" original de Independencia, exclamado por Miguel Hidalgo, fue "Viva la religión. Viva nuestra Madre Santísima de Guadalupe. Viva Fernando VII. Viva la América y muera el mal gobierno".

"Los Guadalupes, una sociedad secreta impulsada por los ideales liberales insurgentes, toman su nombre en honor de la Virgen de Guadalupe como símbolo de unidad nacional. Fueron los principales precursores de la Independencia de México. El movimiento de independencia de México tuvo como primer estandarte la Virgen de Guadalupe. En su camino de Dolores a San Miguel el Grande, Miguel Hidalgo y Costilla se detuvo a orar en la iglesia de Atotonilco (Guanajuato) mientras sus seiscientos hombres esperaban en el atrio. Al salir enarboló la única imagen capaz de unir al pueblo para la empresa de la Independencia Nacional." (Fuente Wikipedia)

Y así, desde la Independencia hasta nuestros días, la adoración de la imagen de la Virgen, en el ayate de Juan Diego, y su vinculación con orgullo patrio permanece intacta en la cultura mexicana. En tiempos de crisis, como estos, incluso se incrementa, llegando a verse entre los peregrinos, gente que hace el camino de rodillas o carga reproducciones pesadas (por decir lo menos), hasta el altar para solicitar alivio a sus penurias físicas o económicas.

Y así como existen numeroso estudios científicos que echan por tierra muchos de los aspectos del mito (como el de que el ayate está fabricado con cáñamo y lino, y no con fibra de maguey, material que se descompone muy rápidamente, por lo que el "milagro" de la conservación después de más de 400 años no es tal), también la iglesia se ha preocupado por contratar los servicios de centros de investigación, en su afán por darle sustento al mito (uno de los más famosos fue el de las supuestas imágenes en los ojos de la Virgen, realizado según la iglesia mexicana, con tecnología de la NASA).

La fe no se explica: se cree o no se cree. Lo cierto es que este equivalente mexicano de la "Sábana santa", sigue movilizando a millones de personas y paralizando a la Ciudad más grande del Mundo, con muestras no sólo religiosas, sino también culturales dignas de observar: desde los Danzantes que, a lo largo del camino, recrean las antiguas danzas prehispánicas, hasta las representaciones artesanales de la imagen de la virgen (imagen que, por cierto, fue registrada por un chino con el objetivo de disfrutar los derechos de autor que pudiera percibir...ignoro si la protesta de la iglesia mexicana, contra esta tontería, haya progresado. Basta saber que sólo en México pasan estas cosas, no por nada se vino Buñuel a filmar aquí) .

LA LEYENDA: EL PULQUE
"Agua de las verdes matas,/ tú me tumbas, tú me matas,/ tú me haces andar a gatas, como las malditas ratas"

El maguey es una planta que, durante muchos siglos, ha estado presente en la vida de los pueblos mexicanos proporcionándoles: medicinas (se creía que un emplasto de maguey podía curar resfriados y hasta mordeduras de víboras); púas (que servían lo mismo como aguja para coser, que como tachuelas o punzones); fibras con las que se hace calzado, tela (con la que supuestamente se confeccionó el ayate o tilma de Juan Diego), sogas, ropa y papel, y diferentes bebidas como el tequila, el mezcal o el pulque.

"Tlachiquero" es el nombre con el que se denomina a la persona que extrae el aguamiel (jugo del maguey) que, puesto a fermentar, se convierte en una bebida viscosa, blanca, de olor penetrante y alto valor nutritivo (dicen, los que saben, que al pulque solo le falta un grado para convertirse en "carne"). Quizá , debido al olor y al fuerte sabor, se inventaron los pulqueros eso de mezclarlo con frutas y legumbres para hacer los famosos "curados". Durante la época moderna, el pulque fue la bebida nacional, encontrándose tanto en las mesas más humildes, como en las de las familias más pudientes. Posteriormente, se intentó prohibir su consumo (debido quizá a las tremendas borracheras que provocaba en algunas personas) alentando en su lugarel de la cerveza (por considerarla una "bebida familiar"), con lo que el pulque pasó a ser la bebida de los "pobres".

Actualmente, la variedad de maguey, de la que se extrae la antigua "bebida de los dioses", está en peligro de extinción, lo cual es una verdadera pena tanto por las consecuencias ecológicas, como por la gente que basa su economía familiar en la elaboración y venta de este producto, por no hablar de la historia y tradición que tiene detrás .

Los antiguos mexicanos tenían a Mayaguel o Mayahuel como la divinidad del pulque , éste tuvo una gran importancia en la vida de los indígenas del centro de México, pues fungió como bebida ritual, como ofrenda ceremonial para los dioses. En un principio, el consumo de pulque (octli, en náhuatl) sólo estaba permitido a los sacerdotes, a los guerreros, ancianos y mujeres embarazadas (aún ahora, durante la lactancia, es costumbre que las mujeres consuman un vaso de pulque diariamente)

"El pulque se consumía en festividades y banquetes, aunque las borracheras estaban sumamente penadas fuera de ese contexto, baste recordar tan sólo la leyenda de Quetzalcoatl y su embriaguez vergonzante que le obligó a huir de Tula. En los tiempos míticos “los hombres poseían los granos que garantizaban su sustento, -pero- carecían de otros productos que les proporcionaran placer y gozo. Los dioses acordaron darles algo que los hiciera propensos al canto y al baile. Quetzalcoatl decidió que una bebida intoxicante brindaría placer a sus vidas y recordó entonces a Mayahuel , hermosa joven diosa del maguey”. La abuela de la diosa era una tzitzimitl , es decir, un demonio celestial de la oscuridad. Quetzalcoatl convenció a Mayahuel de irse con él a la tierra, allí los dos se reunieron en un frondoso árbol y tomaron la forma de rama cada uno . Desafortunadamente, la abuela de Mayahuel, al percatarse de su huida, convocó a las demás tzitzimime para que la ayudasen a encontrar a la diosa. Cuando la localizaron inmediatamente destruyeron el árbol y la rama en donde estaba oculta Mayahuel fue quebrada ; así su abuela despedazó a Mayahuel y dio las partes de su cuerpo a las otras tzitzimime, ellas la devoraron y dejaron sus huesos roídos. Cuando Quetzalcotal, cuya rama no había sido rota, recuperó su aspecto, recogió los huesos y los enterró con grandes muestras de tristeza. De ellos surgió “la primera planta del maguey, milagrosa fuente del pulque.” (Fuente: PULQUEROS DE APAN)

Pero la leyenda humana del pulque; no la versión divina, dice que fue un tolteca, Papantzin, quien descubrió el pulque, y su hija Xóchitl lo llevó al rey. "Alba Ixtlilxóchitl, cuenta así tal leyenda: " Habiendo heredado el señorío de los Tultecas (toltecas) Tecpancaltzin, de allí a 10 años que gobernaba, vino una doncella a su palacio, muy hermosa, que habían venido con sus padres a atraer ciertos regalos para él; y aún dicen y se halla en la historia que era la " miel prieta del maguey ", y unas " chiancacas ", azúcar de esta miel, que fueron los primeros inventores de esto, y como cosa nueva se lo trajeron al rey a presentar. Siendo estos caballeros de sangre noble y de su propio linaje, se holgó el rey de verlos y les hizo muchas mercedes, y tuvo en mucho este regalo y se aficionó mucho de esta doncella que se decía Xúchitl por su belleza, que quiere decir " rosa y flor ", y les mandó que le hicieran placer de hacerle otra vez este regalo, y que su hija lo trajera, ella sola con alguna criada... " Y continúa Ixtlixóchitl su relato: " Y los padres, no creyendo en lo que podía suceder, se holgaron mucho y le dieron la palabra de que así lo harían; y pasados algunos días vino al palacio la doncella con una criada, cargada de miel choacancaca y otros realitos de nuevo inventados, o por mejor decir, conserva de maguey; y llegada que fue, avisaron al rey como estaba allí la doncella hija del caballero que inventó la miel del maguey, llamado Papantzin; el cual se holgó mucho y mandó que sola la metieran con el regalo que traía; y a la criada, que era una vieja ama suya, la sentaran en los cuartos y le dieran muchas mantas y oro, y la regalaran hasta que fuera tiempo de volver con su señora.... "Y así lo hicieron los criados, metiendo a sola la doncella y a la criada haciéndole todo servicio y regalo, conforme lo mandó el rey; y visto el rey el regalo de la doncella Xúchitl y de sus padres, se holgó mucho y trato con ella como él había día que estaba aficionado a ella, rogándole le cumpliera sus deseos, que él le daba su palabra de hacer muchas mercedes a sus padres y a ella; por consiguiente, en estas demandas y respuestas estuvieron un buen rato, hasta que la doncella, visto que no tenía remedio, hubo de hacer lo que el rey le mandaba..." La leyenda sigue diciendo que Xóchitl tuvo un hijo del rey Tecpancaltzin, que fue llamado Meconetzin o " Hijo del Maguey ", que más tarde heredó el trono de su padre, y siendo aficionado a beber el pulque; tuvo un desastroso gobierno que ocasionó la caída del reino Tolteca, acosado por los Chichimecas, con la consiguiente dispersión de las tribus Toltecas. De todo lo cual se infiere como el pulque, desde su nacimiento, fue causante de pasiones desbordadas, vicios y tragedias que acabaron con el pueblo Tolteca. El uso del pulque pasó a otros pueblos, hasta llegar al Mexica o Azteca, al cual causó también no pocos sinsabores. En cuanto al momento de descubrir el porque, la leyenda dice que Papantzin observó un día en su huerto, donde había sembrados algunos magueyes, como una rata de campo, que los indios llamaban meteoro, horadaba el meyotli o corazón de maguey (de metl-maguey y yolotl-corazón) y escurría un líquido dulce (necuttli-agua miel), que probó y fue tan de su agrado que, junto con su hija, la bella Xóchitl, lo llevó al monarca. Más tarde, guardando algo de esa miel en vasijas, para tomarla después, vio que se agriaba y fermentaba, produciendo un licor que también fue del agrado de todos, aún del mismo monarca al que lo envió con su hija Xóchitl, cuando ésta fue sola a agasajar al rey Tecpancaltzin. (Fuente: EL PULQUE)

GUADALUPES
José F. Elizondo "Pepe Nava"
(escrito en los años 40´s)

Llamarse Lupe es declarar la nacionalidad sin pasaporte. A quien en la pila bautismal la adornan para toda la vida con el honroso nombre de la Patrona de México, ya no se confunde con ningún nacional de otro país.
No hay nombre más nuestro en castellano, que éste. Y hago la aclaración de idiomas, porque claro está que Hutzilopochtli Chávez, Tetlepanquetzal Martínez y Xoconostle Cabral, no pueden ser rusos ni canadienses: tienen que ser inditos del Valle de México, del estado de Tlaxcala o de la Huasteca veracruzana, y en el acto se los imagina uno muy prietitos, en calzoncillo blanco, pelando tunas, chupando magueyes o tirando cohetes el día de la Virgen de Guadalupe. Pero esos nombres son autóctonos. Mientras que el de Lupe, ya está bastante tamizado en el cedazo de la civilización. Y sin embargo es inconfundiblemente nacional. Yo, al menos, no sé de ninguna francesa, del mediodía o del norte, ni del propio París que se llame Mlle. Gouadelouppe; ni conozco inglesa o yanqui, por muy extravagante que sea, que se nombre Miss o Mrs. Loopi. Hay, si, el "lupin di lup"; pero eso es otra cosa. Tampoco en alemán, ni siquiera en las operetas existe mujer alguna que se llame Frau Ghuachdallowppe. Y si mucho me apuran, ni siquiera en la madre patria, en la propia España, abunda el nombrecito en cuestión. Entre la nobleza, no recuerdo ninguna Condesa Lupe, ni baronesa Lupita, ni Condestable José de Guadalupe. La única excepción, el Marqués de Guadalupe, es mexicano, como ustedes saben. Y si en la heráldica no hay el título, entre la golfería tampoco. Nunca nos llega a través de los sainetes de Arniches, ni de las comedias de Muñoz Seca -aquel que hace llegar sus personajes en camello al puerto de Manzanillo- ni del castizo López Silva, nunca vienen, decía, una chulapa con el nombre de "La Lupe", ni una portera que se llame "La Señá Gualupe". En cambio en México, empadrona usted una familia y desde la abuela hasta la última biznieta que nació por cierto en agosto, todas se llaman Lupes. Es tal la abundancia, que tienen que usar letra inicial para distinguirse entre ellas, cuando van a sociedad. En el trato familiar no importa, porque el uso las define bien: la abuelita es "Mamá Lupe"; la mamá es "Mamá Chica" (sin nombre); la hija mayor es Guadalupe;la de en medio, Lupita; la que sigue es ya nada más "Pita"; la niña de Lupe la mayor, se llama "Lulú" y a la biznieta recién nacida, para distinguirla de las otras, le dicen "Gua Guá". No la distinguen mucho con el apodo, pero así le dicen. Y es que le tenemos ley al nombrecito porque es puritito mexicano. Una Lupe no se confunde en ninguna parte. Dese usted una vuelta por el mundo. Aléjese de México, vaya a una ciudad rarísima, la Groenlandia, pongo por caso. Y si en una de las calles nevadas oye decir a un esquimal que ofrece su trineo: "Suba usted, Lupita, a peso la dejada..." puede usted jurar a pie juntillas que esa Lupita ha nacido en nuestra Anáhuac y es por tanto paisana de Prieto Laurens y de todos los prietos que tenemos acá. Trasládese a Paris. Suba una tarde al último piso de la Torre Eiffel y si mientras se asoma a ver desde allí el Arco de la Estrella oye que una señora dice a su hija: "¡No te empines Lupe, que te vas a cáir!" puede usted en el acto llamarla paisana y hablarle mal de los americanos. Si un día en Londres o Nueva York sube usted a un ómnibus y al sentarse en la imperial, junto a una trigueña mate, de ojos chulos y barba partida, oye usted que el marido celoso le dice muy enojado: "Haste p´acá Guadalupe!" esa Lupe le ha prendido velas a la virgen del Tepeyac. ¡No le quepa a usted la mayor duda!. Y es que hay tal abundancia de paisanas con este nombre, que el ochenta por ciento de las que viajan, se llaman Guadalupes, y van orgullosas de saber que por esas tierras no encuentran una sola tocaya, como no sea de Acatlán. Ahora, con este mayoreo de Lupes y Lupitas figúrense ustedes lo que es el día doce de diciembre en México. ¡Una Kermesse! Porque desde la dama principal, que celebra el santo con un lunch-champagne ofrecido a sus amistades y anunciado con tres días de anticipación en la columna de "Sociales", hasta la garbancera humilde que estrena zapatos ese día y se baña la víspera para que le entren, que se compra rebozo nuevo y pide el día (en el trabajo) para colocarse una borrachera definitiva en casa de su compadre, con curado de tuna y apio, todas las Lupes de la ciudad celebran la aparición del Tepeyac con desbordante alegría. Lo único que molesta de esa celebración es la costumbre incorregible de echar cohetes desde la madrugada del doce hasta las veinticuatro, sin descansar. Y no son cohetes de luces, bonitos y silenciosos, no señor; bombas y truenos gordos, que mientras más ruido meten, más celebran el santo. Yo no sé si Juan Diego era cohetero, y para darle alguna participación en el festejo de este día se implantó la costumbre de quemar pólvora, aunque recuerdo un refrán que dice: "Estaba como Juan Diego, de mirón entre los cohetes..." Así es que no tiene la culpa el indio. A Zumárraga tampoco se la habrá ocurrido festejar a la Guadalupana con truenos en el cielo. ¡Quién será el guasón que introdujo esta manía? Me gustaría saberlo para ir especialmente el día de su santo a quemar una gruesa de cohetes en su propia recámara, cuando estuviera dormido, para que despertara como yo despierto todos los años en este glorioso día de las Lupes: asustado, tembloroso, brincando como un chapulín entre las sábanas y con el perro aullando debajo de la cama.
¡Sea por el amor de Dios y de las Lupes!

Tunas, rebozos y chapulines (saltamontes, que se comen en diferentes regiones, como Oaxaca)



A mí, por ejemplo, me llaman "Pita" en mi familia...imagínense cuántas de nosotras nos llamamos "Guadalupe".

6 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Estas fiestas no oficiales pero sí tradicionales son las que más me gustan.

Guadalupe Munguia dijo...

Gracias Pedro:
La fiesta es impresionante y muy disfrutable...creo que, como ninguna otra, muestra el carácter de los mexicanos.

Martine dijo...

Todo y que te dicen Pita, para mi cariño , si no te importa eres mi Lupita!
He leído de una tirada tu Entrada y estoy admirada de todo lo que nos explicas sobre fiestas, leyendas.. me ha divertido mucho las posibles traducciones de Guadalupe en diversos idiomas, y si, tienes razón... Guadalupe es lo más genuinamente mexicano que hay, y de "Lupita" una sola la mía, la nuestra, TU.

Muchísimos apapachos y cariñosos besos, Lupita!

ISABEL TEJERA CARRETERO dijo...

Por dios niña que te pones a teclear y hay que arrellanarse bien para seguirte. Me encanta leerte pero hoy me he sentido realmente avergonzada Cuando escribes tradiciones , leyendas y historias tan preciosas de tu pais ... hasta que llegaron franciscanso otras veces eran los dominicos españoles y lo pateaban todo con su endemoniada religion ¡que verguenza y que pena! Menos mal que los pueblos se defienden y protegen sus raices aunque eso suponga tenerse que disfrazar con lo que el invasor mande. Me ha gustado mucho todo lo que cuentas sobre el nombre de Guadalupe , es verdad es un nombre precioso y en cambio no hay muchas en España , lo de los otro paises no lo se pero tu lo explicas con mucha gracia . Y lo de la bebida muy interesante también una lástima que esas recetas se pierdan y en cambio sean sustituidas por esas otras que no se sabe su procedencia además de maliciosa nada natural.
Bueno es una gozada pasar por tu blog El dia que visite Mexico me lo llevare de manual :)
Un beso

Guadalupe Munguia dijo...

Gracias Selma y Driada

Selma: Tú puedes llamar,me como gustes. De hecho mis amigos aquí, me llaman Lupita. Lo de las traducciones no es mí. Lo escribió Pepe Nava hace 68 años . Lo que sorprende es que muchos de los relatos sobre situaciones y personajes mexicanos, todavía hoy, siguen vigentes.
Besos y apapachos también para ti.

Driada:
Lo que pasa es que me pico hablando de mi país y, además, estuve pensando esta entrada por mucho tiempo. Supongo que, aunque no sea católica, como mexicana estoy influída por esta fiesta jejejeje.
Lo de las conquistas es así, siempre un pueblo sojuzgando a otro. BNuestros aztecas, sin ir más lejos, no eran unas blancas palomitas...de hecho trataron muy mal a los pueblos que iban conquistando y eso, al final, les trajo un costo muy grande al momento de enfrentarse con los conquistadores españoles.

La ventaja que, según yo creo, tenemos en mi país, es que los pueblos prehispánicos además de tener muy arraigadas costumbres y mucho ingenio para adaptarse u ocultarlas, eran muchísimos...por eso es que hasta nuestros día podemos seguir disfrutando de sus manifestaciones culturales.

Besos y apapachos gordos.

begoyrafa dijo...

No sé si conoces esta canción que escribió Victor Manuel titulada La doble muerte de Juan Diego en forma de corrido y qu eincluyó en su disco El perro del garaje.
No tiene que ver con la leyenda, pero el nombre no sé si será algo más que una coincidencia.

Este es el corrido de la doble muerte
que bajó del cielo un 11 de septiembre
allá en lo más alto de las altas torres
se nubló de golpe todo el horizonte
desde una ventana miraba las llamas
vio llegar de frente la muerte anunciada
rezó un padrenuestro como si llorara
besó aquella imagen siempre venerada
sintió que la vida no valía nada...

El indio Juan Diego salió de Tlaxcala
y fue como tantos espaldas mojadas
trabajo a destajo donde había plata
igual que si fuera una bestia de carga
en todo ese tiempo solo tuvo un sueño
tener su tarjeta de estar en el censo
nunca firmó nada, nunca hubo papeles
que dejaran rastro de su propia muerte
por eso Juan Diego se murió dos veces...

En casa le guardan las fotografías
que les fue enviando para la familia
montado a caballo fregando platos
sentado en un parque nadando en un lago
la última de todas a los pocos días
en una cocina muerto de la risa
con un gorro blanco ¿será cocinero?
¿os llegó la plata? os echo de menos
trabajo acá arriba cerquita del cielo...

Un abrazo
Rafa