MUSICA

lunes, 25 de agosto de 2008

¿Chamanes modernos?

Lo malo de tener una mente abierta es que otros se empeñan en llegar y meter cosas dentro. Terry Pratchett
A ver... si es que no estoy, a priori, en contra de nada y que me parece fantástico que la gente se haga de herramientas para ser feliz. Lo que me "engorila" (por decir lo menos) es que pretendan que las herramientas valgan para todas las personas, independientemente de su sistema de creencias, valores, educación y preferencias. Que pretendan que cierta herramienta es la única, la original, la verdadera...primero porque "ellos" la descubrieron (lo que les convierte en genios) y, segundo, porque si se avala por el éxito comercial, tiene un nombre exótico, ha sido recomendada por ciertos programas televisivos, o sea, porque está de moda, el que a ti no te convenza te convierte en poco menos que en un "paria intelectual": no sabes de lo que hablas, no tienes voluntad, te estás "proyectando" y "no quieres ser feliz". Y no les vale aquello de la crítica objetiva o del rigor científico... hay que tragarse la "pildorita" comercial, el bestseller por aquello de que si muchos lo compran tiene que ser bueno.

¿Por qué digo esto? Pues porque el sábado, durante un ensayo del grupo donde canto, una alma caritativa (que para colmo, en verdad es muy buena persona) tuvo a bien recomendarnos un librito de los llamados de autosuperación (sic) y además, haciendo la reseña del librillo, ha puesto de ejemplo para explicarlo, algo de lo que les he estado ha
blando en algunas entradas: lo de tener problemas de trabajar en equipo, cuando el equipo completo no trabaja o no asume al mismo nivel los compromisos.

El librito en cuestión se llama "Los cuatro acuerdos" y presume de manual de sabiduría tolteca. Lleva un tiempo ya vendiéndose en México, aunque fue publicado en Estados Unidos y presentado (o promocionado, que para el caso es lo mismo) en diferentes "shows" de televisión, como el programa de Ellen Degeneres y , ¡Cómo no!, una de las guías espirituales de nuestros vecinos del norte: Oprah. Yo había hojeado el libro, alguna vez, en los aparadores de cierta cafetería a la que voy con frecuencia... al final no lo adquirí porque no me pareció interesante. De todos modos no soy propensa en adquirir este tipo de libros y, sin embargo, en aras de ser objetiva, me lo pedí prestado y pasé buena parte del domingo leyéndolo. Personalmente, no tengo nada en contra de quien encuentra que los Coelho, los Buscaglia, los Sánchez. los Mandinos, los Cornejos del mundo, le digan algo y les ayuden a sentirse bien y a transformar lo que no les gusta de la realidad en que viven. Pero este libro en particular me parece el timo más grande en contra de la buena fe de las personas: el autor presume de ser descendiente de toltecas y no uno cualquiera, es depositario de la sabiduría de "sus ancestros" pues le fue heredado el grado de "chamán" (mismo que legó a su hijo, por razones de salud que le impedían seguir llevando el mensaje de "luz" al mundo); además, ha fundado una asociación (según él, sin fines de lucro) llamada "El sexto sol" (con obvias referencias a la cultura mexica) y cuyo slogan es "Ayúdenme a transformar el mundo".

¿Qué es lo que dice el libro en cuestión? Pues, en mi opinión, frases de aparente sentido com
ún que, además, ya han sido dichas por otros autores de este tipo de escritos. Comenzando a leer, tropecé de buenas a primeras con esto:

"No hay razón para sufrir. La única razón por la que sufres es porque así tú lo eliges. Si observas tu vida encontrarás muchas excusas para sufrir, pero ninguna razón válida. Lo mismo es aplicable a la felicidad. La única razón por la que eres feliz es porque tú decides se feliz. La felicidad es una elección, como también lo es el sufrimiento"

Pues sí, la frase una verdadera joya del marketing: atrae la atención, ofrece algo que consideramos valioso, algo que nos suena coherente o con lo que podamos sentirnos ident
ificados (y de moda, porque la moda es ser feliz, especialmente a lo "american way of life: el moderno Nirvana de papel).

Ahora, yo no sé si es un problema de traducción o de comprensión lectora pues, la persona que nos recomendó el libro, nos presentó los dichosos cuatro acuerdos, de esta manera:

Ser impecable con el lenguaje es no utilizarlo para hablar mal de otras personas (lo políticamente correcto, digamos) o de nosotros mismos. No tomar nada personal, significa que la gente hace cosas por su pura proyección personal y no porque los demás tengan nada que ver (el ejemplo, en concreto fue:"si alguien da más no tenemos porque sentirnos mal...es sólo su proyecto personal y nosotros no tenemos nada que
ver, por lo tanto, tampoco tenemos nada que hacer...ni siquiera agradecer). No hacer suposiciones era como la extensión de lo anterior: no adivines, no importa, tú no tienes nada que ver...es el "otro" y su proyección. Y, por último, aquello de hacer lo mejor con lo que tengas, fue presentado como una excusa que anula el entusiasmo bajo la ley del mínimo esfuerzo.

Como les digo, yo tengo problemas con la falta de coherencia, pero más problemas tengo con la abulia. Por otra parte, yo entendí un mensaje diferente al que nos fue explicado por la compañera en cuestión. Así que me fui al idioma original (el inglés) en el que fueron escritos los 4 acuerdos (o "dogmas toltecas"), encontrando lo siguiente:

1. Ser impecable con el lenguaje es hablar con integridad. Decir solo lo que quieres decir, evitando hablar en contra de ti mismo o de elaborar rumores contra otros. Usar el poder de la palabra para la verdad y el amor.

2. No tomar nada personal pues nada de lo que los otros hagan o digan es por ti, es una proyección de la realidad de los otros, de su propio sueño. Cuando eres inmune a las opiniones y acciones de los otros no serás víctima de sufrimiento innecesario.

3. No suponer es encontrar el coraje suficiente para preguntar y expresar realmente lo que deseas. Comunicarte con otros tan claramente que se eviten malos entendidos, tristeza y drama

4. El concepto de "Hacer lo mejor" , va a cambiar de un momento a otro; va a ser diferente si estás enfermo o saludable. Bajo cualquier circunstancia, sólo haz lo mejor, evita juzgarte a ti mismo, abusarte y arrepentirte.

Desde luego que comparto algunas de estas ideas, pero con ciertos matices:

1.-
Resulta que el librito, en realidad, es esotérico... y, bueno, que tampoco tengo nada en contra de la "espiritualidad", pero en esto del esoterismo me voy con cuidado . Tuve el mismo problema con aquella "teoría" de los niños índigos: todo el mundo afirmaba que existían como prueba de la evolución humana y había que tolerarlos porque "ellos veían mejor que nosotros y, por tanto, no podían adaptarse a ciertas situaciones que la gente que no había evolucionado" (yo es que creo que la evolución sirve, precisamente , para adaptarse... otra cosa son las "mutaciones", pero bueno, tampoco soy experta en la materia).
2.- El poder que la palabra tiene, no solo sirve para andar de "Blanca Nieves" por el mundo: también sirve para denunciar abusos, para tomar una postura. Creo, como ya lo he dicho, que la palabra no debe ser usada para causar daño...pero no creo que ser "políticamente correcto" todo el tiempo sea una buena estrategia y que a las cosas hay que llamarlas por su nombre, por mucho que a los demás no les guste escucharlo...decía Serrat "nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio".
3.- Hay que tomarse personal, lo que es personal y, desde luego, saber que la realidad es una, lo que cambia es la percepción y las excusas . Es cierto que no todo lo que hacen los demás lo provocamos nosotros. Pero también hay que reconocer que, lo que hacemos, tiene influencia en los demás y que hay que asumir las consecuencias de nuestros actos. Yo no quiero ser inmune al ser humano (de lo contrario me iría a meter a una cueva a meditar). Tampoco quiero ser permanentemente feliz (aunque esté de moda): quiero experimentar todas las sensaciones humanas y darme la oportunidad de equivocarme. Siempre estar alegre me resulta sumamente sospechoso. No indignarse por algo, me parece cobarde. No asumir responsabilidades, no ser objetivo con uno mismo, me parece poco maduro. No tratar nunca de superarse, por encima de las circunstancias, me parece indigno. Quitarle valor al entusiasmo y perseverancia ajena es síntoma de mediocridad.

Y, lo que más me molesta del libro, en especial, es el autor quien, utilizando el gancho exótico de su supuesta raíz indígena, llama
"domesticado" a quien no comparte sus ideas. Y digo supuesta raíz indígena, porque lo que los antropólogos saben de los toltecas, entre otras cosas (que nada tienen que ver con lo planteado por el autor) es:
  • Que, efectivamente, fue una de las culturas con mayor influencia en América. Pero que, también, fueron una pueblo guerrero que exterminó a muchas ciudades mayas.
  • Que, como todo pueblo de la época, adoraban a muchos dioses, entre ellos a Xipe Tótec: El "dios desollado" al que se le rendía culto mediante sacrificios humanos donde el sacerdote se "vestía" con la piel de la víctima (si atendemos a lo que dice el Dr. Ruíz, eso era menos malo que "hablar mal de la víctima").
  • Que la cultura Tolteca, desapareció en 1160, es decir mucho antes de la llegada de los españoles a nuestra tierra con lo que, con toda seguridad, los "supuestos" descendientes ya se habrían mezclado con otros pueblos y, después de la Conquista, la guerra de la Independencia y demás acontecimientos y centurias pasadas, poco o nada quedará de sangre tolteca en la familia de este señor.
Es decir, lo que molesta es que crea que somos todos idiotas, incapaces de leer algo con mayor profundidad o que investiguemos por nuestra cuenta. Él va a cambiar al mundo (mediante talleres, cursos y seminarios que, desde luego, no son gratuitos) y solo por eso hay que creerle...esto dicho, por supuesto, sin tomármelo personal.

Me quedo con lo que dice Krahe (aunque no encontré el video con él, si no con Manolo García), en El Cromosoma:

5 comentarios:

begoyrafa dijo...

Ni a tripa de Lutero, ni aún de Buda...
prefiero caminar con una duda
que con un mal axioma.

Pues tienes razón Incombustible; estos libros son parecidos a esos de hágase rico en... y el que se hace rico es el autor que lo vende.
un abrazo
Rafa

ISABEL TEJERA CARRETERO dijo...

¡Ala ! te has despachado a gusto.
Después de leerte , solo decir, porque yo creo que lo has dicho todo, que tienes mucha razón ... y ahora decirte en dónde tienes razón deberia coger notas de tu escrito Y como estoy de vacaciones y no toco lápiz te agradezco el video que por cierto no lo conocía. Solo decir que. Pretender solucionar un problema leyendose un libro de estas temáticas es para gente que en algo tienen que apoyarse,¡ como sifuera necesaario apoyarse en algo ! para mantenerse "derecho".
Un abrazo

CarmenS dijo...

Hay que tener cuidado con estos libros que te prometen la felicidad, la riqueza mental, el cielo en la tierra... No digo que no contengan ninguna idea buena, que posiblemente sí, pero acaso copiadas de otros libros, de otros pensadores.
O tópicos que sacan de cualquier manual de psicología, como todo lo referido a la superación personal.

Miriam dijo...

Estamos en una etapa facilista, la gente quiere que le digan como hacer las cosas. Por eso tienen tanto éxito estos libros,la gente no quiere correr riesgos de pensar, actuar segun tus propias ideologias (de hecho muchos ni las tienen) y entonces es mas fácil seguir un plano de como, donde y porque.
Es una pena, se pierden la mejor parte, vivir plenamente con lo bueno y lo malo de la vida.
Besos

Guadalupe Munguia dijo...

Muchas gracias a todos por sus comentarios.
Yo es que, como dije en la entrada, no tengo nada en contra de lo que la gente considera es bueno para ella y para aprender, pues se puede aprender de todo (hasta de ese tipo de lecturas). Mi problema radica en leer sin analizar y creérselo todo sin analizarlo.No soy una experta ni es mi intención dar recomendaciones pero, como se lo leí a alguien, no todo el monte es orégano, ni todo libro es literatura.